El consumo de un coche eléctrico se mide de una forma parecida al de un coche de combustión pero hay que tener en cuenta las diferencias.
Para calcular el consumo de un coche eléctrico partimos de la unidad de medida que vamos a utilizar que es kWh por cada 100 kilómetros.
Un coche eléctrico standard consume de media 15 kWh por cada 100 kilómetros.
Con este dato podemos sacar muchas referencias y conclusiones:
- Si tenemos una batería de 60 kW podemos recorrer 400 kilómetros.
- Si la batería la recargamos en casa con un coste de 0,2 euros kW/hora nos costará 12 euros recorrer 400 kilómetros.
- Si la batería la recargamos en un poste de recarga con un coste de 0,4 nos costará 24 euros recorrer 400 kilómetros.
Hay muchos factores que influyen a la hora de determinar el consumo de un coche eléctrico como la velocidad, el peso que llevemos en el vehículo, el uso de aire aire acondicionado……..
La velocidad a la que se circula también influye en el consumo, siendo más eficiente en ciudad debido a la recuperación de energía generada por el freno regenerativo.
En autopista es al contrario que un coche de combustión, el coche eléctrico consume mas kilowatios aunque llevemos una velocidad constante.
El peso del vehículo es un factor determinante en el consumo de energía de un coche eléctrico, cuanto más cargado esté el vehículo, mayor será el consumo, ya que necesitará más potencia para desplazarse.
Además, el clima también juega un papel importante, ya que tanto el calor como el frío afectan al rendimiento de las baterías, reduciendo su autonomía y aumentando el consumo de energía.
En cuanto al uso de la calefacción o el aire acondicionado, estos sistemas consumen energía directamente de la batería, lo que aumenta el consumo de electricidad.
La forma de conducción también es relevante, ya que una conducción agresiva con aceleraciones bruscas consume más energía que una conducción suave y eficiente.
Los coches eléctricos suelen estar diseñados con un coeficiente aerodinámico bajo para reducir la resistencia al viento, pero el uso de bacas o cofres puede aumentar esta resistencia y, por tanto, el consumo de energía.