La votación para la retirada de los aranceles a los coches eléctricos fabricados en China ha puesto de manifiesto la poca claridad de los países europeos, de los cuales 12 se han abstenido, entre ellos España.
La Unión Europa no quiere dejar que lleguen los coches eléctricos fabricados en China con unos precios irresistibles porque haría temblar a los fabricantes europeos. Además, las «petroleras» verían descender sus ventas de combustibles notablemente y los gobiernos perderían mucha recaudación sobre los impuestos que tiene los combustibles.
Por otro lado, la Unión Europea no quiere entrar en una guerra comercial con China, pero además, hay marcas europeas que ya fabrican varios modelos de sus coches en China y también estarían sujetas a aranceles.
En este marco, en el que Europa está entre la espada y la pared ha llegado la votación para ver si se quitaban los aranceles a los coches importados de China. Y el resultado ha demostrado, el miedo y la poca unión de los países europeos.
El resultado ha sido nada menos que 12 abstenciones, 5 países votaron a favor de quitar los aranceles y 10 países votaron para que los aranceles continúen.
España se ha abstenido, después de pasar por varias posturas al respecto. Comenzó diciendo que quería proteger la industria europea y estaba a favor de los aranceles.
Después de realizar un viaje a China, el gobierno español dijo a bombo y platillo que que no estaba de acuerdo y que había que dejar libre mercado. Se llegó a publicar una foto en Alemania para mostrar que ambos países estaban alineados en esta postura.
Y cuando llegan las votaciones, España se abstiene y Alemania vota en contra de los aranceles, como había dicho a los medios de comunicación y defendido su postura.
Aún así está votación no es determinante, porque ahora, la Unión Europea le pasa la patata caliente a otro organismo que es la Comisión Europea, el cual tomará la decisión definitiva antes del 30 de Octubre.
Además, hay algo también muy llamativo, los aranceles son de un 10% para todos los coches que se importan de China, pero aparte, a cada marca se le asigna otra cuota según varios parámetros. Este arancel asimétrico es el que hace que se incremente notablemente el precio de los vehículos.
Para determinar el porcentaje, las marcas tienen que presentar sus cuentas a la Comisión Europea, la cual examina si los fabricantes tienen ayudas del gobierno Chino. Y según estos datos a día de hoy concluye:
- 7% para Tesla (que logró una cifra individual tras solicitar auditar su caso específico).
- 17% para BYD.
- 19,3% para GEELY.
- 36,3% para SAIC y las empresas que no ofrecieron datos a la UE.
- 21,3% para aquellas que colaboraron pero cuya información no se empleó en la investigación, como Dongfeng o NIO.
El 30 de Octubre por fin se sabrá definitivamente los aranceles a los coches importados de China y podremos ver las decisiones que toman las marcas: si deciden instalar fábricas en Europa, ajustar beneficios al máximo para coger cuota de mercado o si pasan del mercado europeo.
