Así es el Mercedes GLC eléctrico: el nuevo SUV de la marca alemana

La estrella de Mercedes en el Salón de Múnich fue el GLC eléctrico: más tecnológico, más espacioso y con un rediseño que recupera el lujo clásico.

Mercedes-Benz ha puesto en marcha una nueva era en su estrategia de electrificación, y lo ha hecho con una apuesta audaz: transformar su SUV más exitoso, el GLC, en un modelo completamente eléctrico.

Esta decisión marca el final de la etapa «EQ» en la que los vehículos eléctricos de la marca lucían una identidad diferenciada, y da paso a una filosofía de diseño e ingeniería que busca integrar la electrificación como un rasgo natural de su gama principal, sin concesiones visuales ni técnicas.

El resultado es el nuevo Mercedes GLC eléctrico, una propuesta que combina lo mejor del legado de la marca con la tecnología más avanzada jamás instalada en un vehículo de producción de la firma alemana.

Presentado oficialmente en el Salón del Automóvil de Múnich 2025, el GLC eléctrico no es una simple adaptación del modelo de combustión.

Aunque comparte nombre y ciertos rasgos estéticos con su homónimo, es un vehículo completamente nuevo desde la plataforma hasta su lenguaje de diseño.

Se trata de un SUV de dimensiones generosas, 4,85 metros de largo, que ha sido concebido desde cero para ser eléctrico, lo cual se traduce en un espacio interior optimizado y una experiencia de conducción transformadora.

Desde el punto de vista técnico, este GLC representa un salto cuántico. Mercedes ha desarrollado una nueva arquitectura, llamada MB.EA, exclusiva para sus futuros modelos eléctricos medianos y grandes.

Con una batería de 94,5 kWh, el modelo alcanza una autonomía de hasta 713 km bajo el ciclo WLTP.

Además, incorpora un sistema de carga ultra-rápida a 800 voltios, que puede recuperar hasta 303 km de autonomía en solo diez minutos.

La única versión confirmada por ahora es el GLC 400 4MATIC, que entrega una potencia de 483 CV y ofrece una capacidad de remolque de hasta 2,4 toneladas, rivalizando directamente con propuestas como el Audi Q6 e-tron o el nuevo BMW iX3.

Uno de los elementos más llamativos del nuevo modelo es su parrilla frontal, diseñada por el equipo liderado por Gordon Wagener.

Lejos de seguir la línea minimalista que caracterizó a los modelos EQ y que, según el propio Wagener, no convenció a los clientes por su apariencia de «plástico negro», el GLC eléctrico recupera la elegancia tradicional de la marca.

Esta nueva parrilla, compuesta por 942 puntos LED, no es solo un ejercicio estético: representa el regreso a un símbolo de estatus y prestigio que Mercedes había dejado en pausa durante los años de transición al vehículo eléctrico.

Se trata de un giro filosófico profundo que redefine cómo Mercedes quiere posicionarse en la nueva era de la automoción.

Según palabras del propio Wagener, este es el inicio de un nuevo lenguaje visual que se extenderá al resto de la gama, desde el futuro Clase C hasta los modelos que llegarán a partir de 2030.

Atrás quedan las nomenclaturas con letras como “E” o “i” que pretendían subrayar la diferencia del vehículo eléctrico. Hoy, Mercedes quiere que el cliente elija por el diseño, por la calidad y por la tecnología, independientemente de cuál sea el sistema de propulsión.

Ese deseo de integración también se percibe en el habitáculo. El interior del nuevo GLC es un escaparate tecnológico sin precedentes.

La joya de la corona es el MBUX Hyperscreen de nueva generación, una pantalla curva de 39,1 pulgadas que ocupa prácticamente todo el salpicadero.

Esta superficie digital no solo sirve para el infoentretenimiento, gracias al nuevo sistema operativo MB.OS, la pantalla actúa como un centro de control para todas las funciones del coche, desde la climatización hasta la carga, pasando por la conducción autónoma y los asistentes inteligentes con inteligencia artificial integrada.

Todo el vehículo está conectado con la nube, lo que garantiza que cada función esté siempre actualizada.

La sensación de lujo se complementa con un espacio interior sobresaliente. Gracias a la plataforma específica para eléctricos, el nuevo GLC eléctrico ofrece más espacio para piernas y cabeza tanto en las plazas delanteras como traseras.

Además, el SUV cuenta con un techo panorámico «Sky Control» con iluminación ambiental de 162 luces LED que emula un cielo estrellado, un guiño al lujo que tradicionalmente ha estado reservado a marcas como Rolls-Royce.

El maletero trasero ofrece una capacidad de 570 litros que puede alcanzar hasta 1.740 litros si se abaten los asientos. Y, como novedad, también se incorpora un frunk (maletero delantero) de 128 litros, optimizando aún más el espacio de carga.

La experiencia de conducción ha sido igualmente revisada. El nuevo GLC incorpora una suspensión neumática Airmatic, derivada del Mercedes Clase S, y un eje trasero direccional, que mejora la maniobrabilidad en ciudad y la estabilidad en carretera.

El modelo también viene equipado con una bomba de calor multifuente, que optimiza el rendimiento de la batería en climas fríos y contribuye a mejorar la eficiencia energética general del vehículo.

En cuanto a la frenada, Mercedes ha desarrollado un nuevo sistema que mejora la recuperación de energía, pudiendo recuperar hasta 300 kW en deceleraciones.

En cuanto a estrategia de mercado, el lanzamiento del GLC eléctrico no solo responde a la evolución lógica del portfolio de Mercedes, sino que también obedece a una necesidad comercial apremiante.

Modelos como el EQE y el EQS, aunque innovadores, no alcanzaron las cifras de ventas esperadas. Con el GLC, Mercedes apuesta a lo seguro: electrificar uno de sus mayores éxitos comerciales.

Tal como lo expresó el CEO Ola Källenius, “con el GLC eléctrico, no solo presentamos un nuevo modelo; electrificamos nuestro mayor éxito de ventas”.

Una declaración que deja claro el nivel de compromiso y expectativas que la marca ha depositado en este SUV. Y es que el panorama competitivo en el segmento de los SUV eléctricos medianos es cada vez más intenso.

Mercedes ha comprendido que no basta con tener un modelo eléctrico: es necesario ofrecer un vehículo que cumpla en todos los frentes, desde el diseño y la autonomía hasta la experiencia tecnológica y la percepción de lujo.

Con un precio inicial estimado en 70.000 euros, el Mercedes GLC eléctrico llegará a los concesionarios durante la primera mitad de 2026.

Será entonces cuando el mercado juzgue si esta ambiciosa apuesta se convierte en el nuevo referente del segmento.

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