BMW rompe con su pasado en el mayor giro tecnológico de su historia para redefinir el futuro del automóvil

BMW ha dado el pistoletazo de salida a una nueva era con la presentación del iX3, el primer modelo desarrollado sobre la ambiciosa plataforma Neue Klasse.

Este lanzamiento no es un modelo más en la gama eléctrica de la firma bávara: es una declaración estratégica para liderar el futuro de la movilidad y no quedarse atrás en un escenario que cambia a una velocidad vertiginosa.

Neue Klasse no es solo una arquitectura, sino la base sobre la que BMW quiere construir su dominio en el coche eléctrico.

Con un enfoque que combina diseño rupturista, tecnología centrada en el software y una eficiencia que apunta directamente a las nuevas exigencias del mercado global.

El nuevo BMW iX3 se presenta como un SUV mediano del segmento D, con una presencia imponente: mide 4.780 mm de largo, 1.985 mm de ancho y 1.635 mm de alto, con una distancia entre ejes de 2.895 mm y un coeficiente aerodinámico de solo 0,24.

El diseño exterior, que marca el inicio de un nuevo lenguaje visual para la marca, rompe con la estética conservadora.

El frontal destaca por una parrilla de doble riñón más compacta y estilizada, que recuerda a los modelos clásicos de las décadas de los 60, 70 y 80.

En la zaga, los pilotos traseros alargados y conectados visualmente a través del portón refuerzan la personalidad del conjunto.

En el interior, la revolución es aún más evidente. El tradicional salpicadero ha sido sustituido por un display panorámico que se extiende en la base del parabrisas.

Esta solución se ve reforzada por un Head-up Display con realidad aumentada que proyecta información clave directamente en la línea de visión del conductor.

El centro del habitáculo está presidido por una pantalla táctil hexagonal de 15,6 pulgadas, alimentada por el nuevo sistema operativo BMW X, que gestiona todo el ecosistema digital del vehículo.

El maletero ofrece 520 litros de capacidad, a los que se suma un frunk de 58 litros, útil para objetos pequeños y recargas portátiles.

Sin embargo, lo que verdaderamente define al iX3 es su concepción basada en software. BMW ha integrado lo que denomina cuatro “supercerebros” en el sistema central del vehículo.

Uno de ellos, el Heart of Joy, gestiona la dinámica del coche: aceleración, frenado, suspensión y dirección.

Otro coordina todos los asistentes a la conducción, incluyendo un sistema de conducción semiautónoma para autopistas que permite circular sin tocar el volante durante largos periodos.

También destaca el City Assistant, que detecta semáforos y gestiona la parada y reanudación automática del vehículo en ciudad.

Todo este conjunto digital eleva la experiencia de conducción a un nuevo nivel de inteligencia y personalización.

En el apartado mecánico, el iX3 debuta con una versión 50 xDrive, equipada con dos motores eléctricos y tracción total.

Entrega 469 caballos de potencia y 645 Nm de par, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos y una velocidad máxima de 210 km/h.

Pero más allá de las cifras de rendimiento, lo que realmente sitúa al iX3 en la vanguardia del mercado es su autonomía: incorpora una batería de 108,7 kWh, fabricada con nuevas celdas cilíndricas que aumentan la densidad energética en un 20 %, lo que permite alcanzar hasta 805 kilómetros de autonomía bajo el ciclo WLTP.

Además, la arquitectura eléctrica de 800 voltios permite recargar a potencias de hasta 400 kW, lo que reduce el tiempo de espera entre cargas a mínimos históricos.

Pasar del 10 al 80 % de carga se completa en apenas 21 minutos, y en solo 10 minutos se pueden recuperar más de 300 km de autonomía.

El sistema admite carga bidireccional en todas sus formas: vehículo a dispositivo (V2L), a hogar (V2H) y a red (V2G), convirtiendo al coche no solo en un medio de transporte, sino en una fuente energética móvil.

La presentación oficial tuvo lugar durante el Salón del Automóvil de Múnich, y la producción está programada para comenzar a finales de este año.

Su llegada al mercado europeo se espera para el primer trimestre de 2026, cuando se ofrecerá en esta versión 50 xDrive, a la que seguirán otras variantes más accesibles y una futura versión deportiva bajo el sello M.

El iX3 no es solo un coche eléctrico más en un mercado saturado de opciones. Es el primer vértice de una nueva estrategia que marcará el rumbo de BMW durante la próxima década.

La plataforma Neue Klasse está concebida para soportar más de 40 modelos eléctricos en los próximos años, y su integración promete mejoras en todos los frentes: eficiencia, producción, sostenibilidad y experiencia de usuario.

Con este modelo, BMW lanza un mensaje claro: no solo está lista para afrontar la transición eléctrica, sino que quiere liderarla.

El iX3 no busca parecerse a lo que ya hay, sino adelantarse a lo que viene. Y en ese desafío, no hay espacio para soluciones a medias.

Este SUV representa el primer paso hacia un futuro donde la movilidad eléctrica no será una alternativa, sino el estándar. Y si esta es la carta de presentación, el resto de la partida promete ser apasionante.

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