EL fabricante chino quiere competir también con los grandes fabricantes europeos de autobuses.

BYD, la potencia china de vehículos eléctricos, ha provocado un temblor discreto pero firme en Europa con la presentación de su nuevo autobús interurbano totalmente eléctrico, el B13.b, durante la cumbre UITP celebrada en Hamburgo el 24 de junio de 2025.
El B13.b resta fabricado con la plataforma Blade Battery Chassis. Una arquitectura que no coloca la batería como un elemento adicional, sino que la integra dentro del chasis, a la manera de un esqueleto estructural.
Esta tecnología cell-to-chassis no solo implica una eficiencia energética mejorada, también reduce el centro de gravedad, aumenta la rigidez y mejora la dinámica.
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Lo que realmente corta el aliento es su capacidad para cubrir hasta 700 kilómetros con una sola carga gracias a una batería de 560 kWh, 54 kWh más que su antecesor.
Existe además una opción de 476 kWh que ofrece 620 kilómetros de autonomía bajo el ciclo de pruebas SORT. Estas cifras son revolucionarias en el sector del transporte interurbano, especialmente cuando se considera su tamaño: 13,2 metros de largo, con capacidad para 78 pasajeros, de los cuales 49 pueden viajar sentados.
La autonomía de este modelo no solo es una cifra, es una promesa de eficiencia operativa para los transportistas europeos, que ven cómo se amplían sus posibilidades sin depender tanto de las infraestructuras de carga actuales.
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La propulsión no se queda atrás. Dos motores eléctricos de 150 kW montados directamente en las ruedas, los conocidos motores hub, con bobinados hairpin, integrados en un avanzado controlador “seis en uno” que hace uso de semiconductores de carburo de silicio.
Esta combinación no solo reduce pérdidas térmicas, sino que optimiza el rendimiento y la eficiencia con cada kilómetro recorrido. No es un simple detalle técnico, es una solución que puede marcar diferencias notables en costes de mantenimiento y durabilidad a largo plazo.
El B13.b ofrece además múltiples modalidades de recarga. Puede cargarse mediante corriente continua a través de una sola toma de 192 kW, pero también admite la opción de doble conexión de 192 kW para acelerar los tiempos de recarga cuando la operativa lo exija.
Pero donde realmente impresiona es en su compatibilidad con pantógrafo, permitiendo cargas de hasta 500 kW en operaciones ultrarrápidas. Este tipo de recarga es una solución habitual en entornos urbanos europeos, pero BYD la traslada ahora a un modelo interurbano con niveles de potencia muy por encima de lo que la competencia está ofreciendo actualmente.
Este abanico de opciones resulta particularmente atractivo para operadores que necesitan minimizar los tiempos de parada y maximizar la disponibilidad de sus flotas.
El diseño del B13.b también pone el foco en la seguridad y la optimización del espacio. La distribución de las baterías, situadas entre los ejes y en la parte trasera del vehículo, no solo libera espacio en el interior para los pasajeros, sino que aporta una rigidez estructural que eleva la seguridad en caso de accidente.
BYD asegura que esta configuración mejora la resistencia torsional del chasis, reduce el centro de gravedad en un 30% y eleva la estabilidad frente al vuelco también en más de un 30%. Estos datos, si se confirman en uso real, posicionan al B13.b como uno de los vehículos más estables y seguros de su categoría.
A nivel de gestión térmica, el autobús cuenta con un sistema integrado que combina la regulación de temperatura del motor, la batería, la bomba de calor y el aprovechamiento del calor residual.
Este nivel de integración no solo mejora la eficiencia energética, también optimiza el confort interior y la fiabilidad de los componentes, incluso en condiciones climatológicas extremas. Para las empresas operadoras, este tipo de soluciones se traduce directamente en menores costes de mantenimiento y menos incidencias técnicas a largo plazo.
Este nuevo modelo no llega como un experimento aislado. BYD ya ha entregado más de 6.500 autobuses eléctricos en más de 160 ciudades europeas, lo que demuestra que la marca china no está improvisando su presencia en el continente.
El B13.b no solo amplía su catálogo, sino que sube el listón con un producto más eficiente, más potente y con mayor capacidad de adaptación que muchos de sus rivales europeos.
Sin embargo, la llegada de este modelo no está exenta de dudas y recelos. Algunos operadores y administraciones todavía miran con cierta desconfianza a la tecnología china, sobre todo por los antecedentes que persiguen a BYD en otros mercados.
La competencia, mientras tanto, observa con atención. Solaris, Mercedes con su eCitaro, MAN, Volvo y otros gigantes del transporte ya tienen sus propuestas eléctricas en el mercado, pero ninguna parece, por ahora, igualar la autonomía que ofrece el B13.b ni su flexibilidad en la carga.
El modelo de BYD entra en una liga distinta, donde no solo pone presión en la carrera tecnológica, sino que también desafía las estrategias comerciales de los fabricantes europeos que, hasta ahora, se movían con más tranquilidad en este segmento.
Este autobús no solo plantea un reto logístico. También plantea un desafío político: ¿Europa está dispuesta a ceder espacio estratégico a fabricantes chinos en un sector tan crítico como el transporte público interurbano?.
Para los operadores, el B13.b representa una alternativa tentadora: menos costes energéticos, menor impacto acústico, reducción de emisiones y un atractivo añadido para los pasajeros que buscan opciones más sostenibles y confortables.
Lo que parece claro que el futuro ya inminente del transporte público interurbano será con motores eléctricos. Esto hace que los fabricantes quieren conseguir parte de este suculento pastel. BYD es el primer fabricante chino de autobuses que se lanza a la conquista de Europa.
Etiquetas: BYD, Autobuses eléctricos.