CATL revoluciona el coste de reparación de baterías para coches eléctricos con su red global de talleres Ning

El mayor fabricante del mundo ha logrado que reparar sus baterías de coche eléctrico sea sorprendentemente asequible.

CATL, el mayor fabricante mundial de baterías para coches eléctricos, ha dado un paso decisivo para resolver uno de los principales temores de los propietarios de vehículos eléctricos: el elevado coste de reparación de la batería.

Lo ha hecho a través de su red de talleres especializada, bajo la marca Ning, que permite reparar baterías desde tan solo 165 euros.

Una cifra que, en un sector donde el reemplazo puede superar fácilmente los 12.000 euros, resulta revolucionaria.

La reparación de baterías en coches eléctricos ha sido, hasta ahora, un proceso poco habitual y, en muchos casos, directamente inviable desde el punto de vista económico.

Esto se debe a cómo están diseñadas las baterías: integradas en el chasis, optimizando espacio y rigidez estructural, pero dificultando cualquier intervención.

Ante una avería importante, muchas veces la única opción era sustituir la batería por completo, lo que convierte cualquier fallo en una factura que puede alcanzar la mitad del valor del coche.

Sin embargo, esta realidad está empezando a cambiar. En parte por necesidad, ya que el mercado de eléctricos envejece y cada vez hay más vehículos que ya no están cubiertos por la garantía del fabricante.

Empresas como CATL han entendido que el futuro del negocio pasa también por el servicio posventa.

Con ese objetivo nació Ning, una división que CATL lanzó inicialmente en 2015 como un servicio interno y que, desde 2024, opera con nombre propio y una red de más de 1.100 centros repartidos entre 75 países.

Uno de los principales logros de Ning es haber roto con la lógica del reemplazo. Para ello, ha desarrollado una serie de soluciones que permiten reparar baterías de forma mucho más ágil y económica, pero manteniendo las garantías de fiabilidad.

La clave está en una combinación de innovación tecnológica, eficiencia operativa y un profundo conocimiento de sus propios productos.

Ning trabaja exclusivamente con baterías fabricadas por CATL, lo que les permite aplicar métodos de diagnóstico y reparación muy afinados.

Entre estos métodos destaca el uso de tecnología de diagnóstico ultrasónico, capaz de detectar fallos en el interior de una batería sin necesidad de desmontarla.

El análisis se completa en apenas quince minutos, con un índice de precisión superior al 90 %. Esta capacidad no solo reduce costes, también acorta tiempos y permite actuar antes de que los problemas se agraven.

En lugar de sustituir celdas enteras o módulos completos, Ning puede intervenir de forma localizada, reparando únicamente las partes afectadas.

Gracias a este enfoque, el precio de las reparaciones se ha desplomado. En China, donde se concentra el grueso de su actividad, sustituir una batería puede costar más de 100.000 yuanes, el equivalente a unos 13.750 euros.

Sin embargo, las reparaciones en los talleres de Ning arrancan desde los 1.375 yuanes, apenas 165 euros. Incluso las más complejas rara vez superan los 2.750 yuanes, es decir, unos 230 euros.

Estas cifras suponen una reducción de hasta el 80 % respecto al coste de sustitución.

Ning no se limita a reparar. También ofrece servicios de diagnóstico preventivo, mantenimiento avanzado y reciclaje de baterías. Este último punto es clave dentro de la estrategia de sostenibilidad de CATL.

Las baterías reparadas que no pueden volver a instalarse en un coche se reutilizan en aplicaciones de segunda vida, como el almacenamiento estacionario de energía.

Y cuando tampoco es viable esta opción, se reciclan para recuperar materiales críticos que luego se reintroducen en la cadena de producción.

Toda esta infraestructura se apoya en una red logística y técnica notable. Ning cuenta con 67 centros de distribución de repuestos que ocupan una superficie total de más de 370.000 metros cuadrados.

Esta capacidad le permite responder con rapidez ante cualquier necesidad y mantener unos niveles de stock que aseguran la continuidad del servicio.

Además, la empresa ha abierto recientemente sus primeros centros emblemáticos, como el de Bangkok, con más de 2.000 metros cuadrados dedicados a la atención posventa, y otros en ciudades clave como Shanghai, Chengdu o Guangzhou.

El modelo de negocio de CATL con Ning apunta a convertirse en un referente internacional. La expansión de su red, unida a la creciente presencia de vehículos eléctricos equipados con sus baterías, hace pensar que muy pronto estos servicios estarán disponibles también en Europa.

Aunque es previsible que los costes sean algo más elevados en el continente europeo, todo indica que seguirán siendo altamente competitivos frente a las opciones actuales.

Además de los usuarios, el impacto de Ning se extiende a los fabricantes de vehículos. CATL ya colabora con marcas como Mercedes, BMW, Volvo, FAW-Volkswagen o GAC-Toyota, no solo para suministrar baterías, sino también para desarrollar soluciones conjuntas de mantenimiento y reciclaje.

Esta colaboración industrial refuerza un ecosistema en el que el ciclo de vida de la batería está cubierto de forma integral, desde la producción hasta su retirada o reutilización.

La iniciativa también tiene implicaciones importantes en términos de sostenibilidad. Reducir el número de baterías que se desechan o sustituyen prematuramente significa reducir la demanda de materias primas como litio, cobalto o níquel.

También permite alargar la vida útil de los vehículos eléctricos, disminuir su huella de carbono y mejorar su rentabilidad total de uso.

En este contexto, servicios como los que ofrece Ning se convierten en una pieza clave para consolidar la movilidad eléctrica como una opción no solo limpia, sino también viable a largo plazo.

CATL no se limita a ofrecer un producto: construye una red de servicios, infraestructura y soluciones técnicas orientadas a maximizar el valor de sus baterías.

El resultado es una propuesta que cambia radicalmente la relación entre el usuario y el vehículo eléctrico. Una avería ya no es sinónimo de una factura desorbitada.

Reparar en lugar de reemplazar no solo es posible, sino rentable. Y con un coste desde 165 euros, Ning redefine lo que puede y debe costar el mantenimiento de un coche eléctrico.

Fuente: Yicai. Etiqueta: Baterías coche eléctrico.