Desplome en las ventas de híbridos enchufables de BYD frente al auge de sus coches 100 % eléctricos

La madurez del mercado chino consolida el coche eléctrico puro y relega los híbridos enchufables al mercado europeo.

Las ventas de híbridos enchufables de BYD siguen descendiendo. En lo que va de año, las entregas de este tipo de motorización han caído un 25,58 % interanual, acumulando ya seis meses consecutivos de retrocesos.

En septiembre, la compañía volvió a registrar una caída en las ventas de híbridos enchufables (PHEV), lo que confirma que esta tecnología sigue en retroceso

Por el contrario, las ventas de vehículos 100 % eléctricos (BEV) por parte de BYD siguen aumentado con fuerza.

En septiembre se entregaron 205.050 unidades de coches eléctricos, lo que supone un crecimiento interanual del 24,31 % y un incremento mensual del 2,74 % respecto a agosto.

Y es que no se trata solo de BYD: en toda China, las marcas están registrando un crecimiento en las ventas de vehículos eléctricos puros, mientras las cifras de los híbridos enchufables continúan descendiendo.

Esta evolución confirma que el mercado chino consolida su preferencia por el 100% eléctrico, mientras el híbrido enchufable pierde protagonismo y queda relegado a un segundo plano.

Hoy en día ya existen redes ultrarrápidas de carga, baterías de nueva generación y autonomía suficiente para eliminar la “ansiedad de carga” que antes justificaba la compra de un híbrido enchufable.

El resultado es claro: los consumidores chinos se decantan masivamente por los coches 100 % eléctricos y dejan atrás una tecnología que perciben como de transición.

Mientras en China el híbrido enchufable pierde atractivo, Europa se ha convertido en su principal destino. Esta situación no es casual, sino consecuencia directa de la política comercial.

Los aranceles europeos que penalizan los coches eléctricos puros procedentes de China no afectan, o no con la misma severidad, a los híbridos enchufables.

Esto ha creado una dinámica paradójica: China se queda con los eléctricos más avanzados y envía a Europa los híbridos que allí ya no quieren.

Para BYD y otros fabricantes chinos, Europa se convierte así en un mercado de salida para mantener vivas sus líneas de producción híbridas mientras en casa aceleran su transición al eléctrico puro.

En muchos países europeos, además, los PHEV siguen recibiendo incentivos fiscales y etiquetas ambientales de categoría 0.

Para BYD, la caída de los híbridos enchufables no es solo un cambio de tendencia: ha tenido un impacto directo en sus resultados globales.

Con la demanda de PHEV en retroceso, la compañía ha registrado por primera vez en años una caída en sus ventas totales, lo que marca un punto de inflexión tras una larga etapa de crecimiento sostenido.

En contraste, el segmento BEV de BYD no deja de crecer. Sus modelos 100 % eléctricos, diseñados desde cero para esta tecnología, están ganando cuota de mercado tanto en China como en el extranjero.

Las submarcas de alto valor añadido, como Denza, Fang Cheng Bao o Yangwang, ya apuestan por eléctricos puros de lujo y alto rendimiento, marcando el camino para el resto del grupo.

El desafío para BYD es doble. Por un lado, necesita acelerar su oferta de eléctricos puros en Europa, un mercado donde ya ha logrado introducir varios modelos en el top 10 de ventas en países como España.

Por otro, debe gestionar la transición del híbrido a tiempo para no quedar atrapada con un producto que su mercado doméstico ha dejado atrás.

Mientras tanto, la empresa aprovecha su infraestructura logística, con su propia flota de buques portacoches capaz de transportar un millón de vehículos al año, para colocar en Europa los PHEV que ya no tienen salida en China. Pero este modelo solo es sostenible en el corto plazo.

La caída del 25,58 % en las ventas de híbridos enchufables de BYD en lo que va de año no es un simple dato negativo, sino una señal clara de que esta tecnología está cumpliendo su ciclo natural.

El híbrido enchufable ha sido, a nivel mundial, una solución intermedia clave en la transición hacia el vehículo eléctrico puro.

Ha permitido que muchos conductores den el salto desde el motor de combustión sin renunciar a la autonomía ni depender de una red de carga aún incipiente.

Pero una vez que los mercados alcanzan cierto grado de madurez, como sucede actualmente en China, Noruega, Dinamarca o Bélgica, esta tecnología empieza a perder sentido.

En todos estos países, los PHEV están cediendo cuota de mercado frente a los eléctricos puros (BEV), que ya ofrecen suficiente autonomía, mejor infraestructura y menores costes operativos.

En ese nuevo contexto, el híbrido deja de ser una ventaja y se convierte en una complejidad innecesaria.

Para BYD, esto significa que debe acelerar su estrategia global y reorientar su oferta hacia los eléctricos puros también en Europa, donde aún está utilizando el híbrido como punta de lanza comercial debido a los aranceles y a las condiciones fiscales.

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Fuente de datos: cnevpost.