Desvelamos el nuevo coche eléctrico de BMW: el iX3.

BMW está a un paso de presentar el nuevo iX3, primer modelo de la prometedora “Neue Klasse”, en el IAA Mobility de Múnich.

La firma bávara, decidida a marcar un hito en el campo de los SUV eléctricos, ha soltado algunas claves. Habla abiertamente de carga ultrarrápida de hasta 400 kW, una autonomía de hasta 800 km WLTP, cinco rangos de carga bidireccional y un paquete tecnológico que rivaliza con lo último de Tesla y Mercedes.

Desde hace tiempo se sabía que la nueva plataforma se construía sobre una arquitectura eléctrica de 800 V. Ahora BMW añade detalles concretos: el iX3 50 xDrive, con dos motores o uno, según versiones, rendirá algo más de 400 CV y alcanzará un pico de carga de 400 kW.

Pruebas preliminares en el hiper cargador HYC400 de Alpitronic, en Tirol del Sur, confirman que dicha potencia se sostiene durante tres a cinco minutos, sumando 350 km de autonomía en sólo diez minutos y posibilitando cargas del 10 % al 80 % en menos de veinte minutos.

Europa ya tiene sus propias baterías LFP que consigues recargas en 12 minutos.

BMW detalla que la batería está basada en celdas cilíndricas de elevada densidad, no prismáticas, aunque omite cifras concretas de capacidad. La autonomía homologada WLTP se sitúa en 800 km.

Si esos números se sostienen, los 350 km extra en 10 min permitirían recargar del 10 % al 80 % en menos de veinte minutos, siempre que la curva de carga no caiga antes del tope de 400 kW.

BMW apuesta por ofrecer esa carga ultrarrápida sin abandonar la compatibilidad con estaciones de 400 V, en un claro guiño a Mercedes: su nuevo CLA, basado en la plataforma MMA, solo admite carga a 880 V y habrá que esperar a 2026 para que se reconcilie con los puntos de 400 V.

Otro detalle sorprendente: la trampilla de carga ahora es “inteligente”. Se abre sola si detecta al conductor acercándose con intención de cargar.

La versión básica del Renault 5 ya está disponible por menos de 24.000 euros.

La carga bidireccional, sin embargo, tiene talante más serio. El iX3 permitirá alimentar equipos externos (V2L) hasta 3,7 kW.

Además, BMW planea un wallbox propio de CC con hasta 19,2 kW de descarga, si bien sin confirmar disponibilidad o precio.

Pero no solo de batería vive la Neue Klasse. El “Corazón de la Alegría” de BMW, junto con la BMW Dynamic Performance Control, promete un salto en integración electrónica.

Según pruebas en pistas húmedas, el iX3 frena con una fluidez inédita: el vehículo puede detenerse sin los frenos de disco en el 98 % de las situaciones cotidianas.

El sistema de asistencia de conducción es una combinación de control por reglas y refuerzo de IA, que añade una curiosa capacidad de cambiar de carril simplemente al mirar el ángulo muerto: si indicas atención al entorno, el coche activa el intermitente y ejecuta el movimiento.

La “sinergia” entre conductor y máquina podría aliviar tensiones habituales en los sistemas semiautónomos actuales.

El habitáculo tampoco se queda atrás. El nuevo Panoramic iDrive y la interfaz Panoramic Vision se combinan con el volante “Shy-tech”, botones retroiluminados, HUD 3D optimizado y un sistema operativo “BMW Operating System X” preparado para actualizaciones OTA.

No es solo estética: BMW reclama que el sistema es rápido, adaptable y diseñado para transformar la interacción con el vehículo, sin perder la esencia de un conductor “al mando”.

Ahora viene la parte caliente: ¿podría este iX3, de alrededor de 100 kWh de batería, 800 km WLTP, carga 400 kW y tecnología de “supercerebros”, dar un golpe de efecto al mercado premium EV?.

BMW está revelando una jugada ambiciosa. El iX3 podría marcar el tono de una nueva era eléctrica dentro de una década de transición energética.

Si todo esto se confirma en septiembre, estaremos ante un coche que puede apuntar a ser disruptivo, sin renunciar a la tradición y humanidad del lujo premium.