El CEO de Ducati confirma la mayor inversión de la historia de la marca para liderar el futuro de las motos eléctricas

Ducati invertirá más de 100 millones de euros en desarrollar motos eléctricas y no quedarse atrás en la carrera tecnológica.

Ducati, uno de los emblemas más reconocidos del motociclismo mundial, está a punto de iniciar una transformación que marcará un antes y un después en su historia.

Con un plan estratégico sin precedentes que contempla una inversión superior a los 100 millones de euros en el periodo 2025-2029, la marca de Borgo Panigale se prepara para irrumpir con fuerza en el universo de las motocicletas eléctricas.

Lo que hasta hace unos años parecía una posibilidad remota, una Ducati sin el rugido del motor de combustión, es ahora una realidad inevitable en la hoja de ruta de la compañía.

Se trata de una estrategia cuidadosamente trazada que nace de una visión de futuro clara: adaptar el ADN de Ducati a los nuevos paradigmas de movilidad sin renunciar a la esencia que ha convertido a la firma italiana en un icono de ingeniería, diseño y deportividad.

De la tradición Desmo a la electrificación

Durante décadas, Ducati ha cimentado su reputación en el carácter de sus motores, una seña de identidad que no solo diferenciaba a sus modelos del resto, sino que formaba parte de su alma.

Sin embargo, el mundo cambia, y Ducati ha decidido cambiar con él.

La electrificación ya no es solo un imperativo ambiental; es una oportunidad para reinterpretar las sensaciones de conducción y el diseño de sus motocicletas con una nueva paleta de posibilidades tecnológicas.

Lejos de abandonar su esencia, la marca busca integrarla en este nuevo contexto, demostrando que una Ducati eléctrica puede seguir siendo emocionante, radical y refinada.

La transición no será simplemente una sustitución de motores, sino una relectura integral del producto, de la cadena de producción y de la relación con los usuarios.

El plan de inversión y sus ejes estratégicos

El corazón de esta transformación es un ambicioso plan de inversión que movilizará más de 100 millones de euros en los próximos cinco años.

El objetivo es doble: desarrollar una nueva generación de motocicletas con propulsión híbrida y eléctrica, y al mismo tiempo fortalecer las capacidades industriales de la planta de Borgo Panigale, epicentro de toda la actividad de Ducati.

Este plan incluye una ampliación sustancial del departamento de Investigación y Desarrollo, que se convertirá en el núcleo desde el cual se diseñarán los nuevos modelos.

También se contempla la modernización de la planta, con nuevas líneas de montaje adaptadas a las exigencias de los sistemas eléctricos, así como la incorporación de personal técnico especializado que será clave para ejecutar esta transformación.

De hecho, la dimensión laboral del proyecto no es menor. Ducati prevé nuevas contrataciones que abarcan desde ingenieros hasta operarios, con el fin de consolidar un equipo capaz de dar forma a las futuras generaciones de modelos de la marca.

En este contexto, la formación interna y la colaboración con centros tecnológicos y universidades jugarán un papel fundamental.

Nuevas motocicletas, nuevos segmentos

Uno de los aspectos más relevantes del plan es la apuesta por desarrollar nuevos modelos dentro del segmento Enduro.

Este movimiento responde tanto a una lógica comercial, ampliar la cuota en un sector en crecimiento, como a una visión estratégica.

La electrificación en el off-road presenta desafíos únicos, pero también enormes ventajas en términos de gestión del par motor, control de tracción y reducción de emisiones en entornos naturales.

Ducati quiere ser protagonista también en ese frente, y por eso ya está trabajando en plataformas eléctricas y soluciones híbridas que permitan llevar su filosofía a los caminos menos explorados.

No se trata simplemente de electrificar modelos existentes, sino de diseñar desde cero motocicletas pensadas para esta nueva etapa tecnológica y funcional.

Una apuesta con respaldo institucional

Este plan no se ha gestado en solitario. Ducati ha presentado el proyecto en el marco de un Contrato de Desarrollo ante el Ministerio de Empresa y Made in Italy, con el objetivo de acceder a financiación pública que impulse aún más la transformación.

La respuesta institucional no se ha hecho esperar. La Región de Emilia-Romaña ha mostrado su apoyo entusiasta a la iniciativa, destacando tanto su impacto económico como social.

En palabras del CEO de Ducati, Claudio Domenicali, se trata de un plan que refleja “el compromiso con la sostenibilidad, la innovación y el camino del futuro”.

Lejos de generar divisiones, la hoja de ruta ha sido bien recibida incluso por los sindicatos, que ven en esta modernización una oportunidad de crecimiento, de estabilidad laboral y de liderazgo tecnológico.

Domenicali ha subrayado también que esta transformación no es un salto al vacío. Ducati lleva años estudiando la electrificación en profundidad, incluyendo su participación en la Copa del Mundo FIM Enel MotoE, donde ya ha podido experimentar con tecnología de competición eléctrica.

Esta experiencia se convertirá ahora en un activo clave para trasladar soluciones del mundo de la pista a la carretera.

Más allá de la tecnología: una transformación cultural

Hablar de electrificación en Ducati no es únicamente referirse a baterías, motores o software.

Es también hablar de una transformación cultural profunda, que afecta a toda la estructura empresarial, desde los ingenieros hasta los comerciales.

Cambiar el producto implica cambiar también la manera de comunicarlo, de venderlo y de relacionarse con el cliente.

En ese sentido, Ducati no solo busca vender motocicletas eléctricas. Quiere crear una nueva experiencia Ducati, adaptada a los tiempos, pero sin perder la esencia que ha hecho de la marca una leyenda.

Esto implica pensar en nuevas formas de conducción, en servicios conectados, en plataformas digitales y en una relación mucho más fluida con el usuario, basada en datos, personalización y sostenibilidad.

El reto de emocionar sin ruido

Una de las preguntas más frecuentes entre los ducatistas más puristas es si una Ducati eléctrica podrá emocionar tanto como una con motor de combustión.

Es una duda legítima, y Ducati lo sabe. Por eso, gran parte de la inversión se centrará en mantener vivo el espíritu de la marca en un nuevo contexto tecnológico.

Esto pasa por explorar nuevas maneras de transmitir sensaciones: la respuesta del acelerador, el diseño del chasis, el comportamiento dinámico y la interacción entre hombre y máquina.

Porque si algo ha demostrado Ducati a lo largo de su historia es su capacidad para reinterpretarse sin perder autenticidad.

La entrada de Ducati en el mundo de los motores eléctricos no es una concesión al mercado ni una obligación regulatoria.

Es una decisión estratégica que nace de una visión clara del futuro de la movilidad y de la pasión por seguir siendo una marca de referencia en la industria.

Con una inversión de más de 100 millones de euros, nuevas contrataciones y un enfoque industrial sólido, Ducati se prepara para escribir el próximo capítulo de su historia.

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