Vuelve el Volkswagen Polo y será 100% eléctrico: la estrategia de recuperar nombres icónicos

El nuevo Volkswagen Polo se fabricará en España, su precio estará por debajo de los 25.000 euros y tendrá una versión GTI.

Volkswagen ha decidido dar un giro estratégico en su ofensiva eléctrica y recuperar un nombre icónico de su historia: el Polo.

Tras meses de especulaciones en torno al proyecto ID.2all, finalmente el modelo de acceso a la movilidad eléctrica de la marca alemana llegará al mercado bajo una denominación que apela a la nostalgia y al reconocimiento inmediato.

Será el Volkswagen ID. Polo, un urbano eléctrico que verá la luz en 2026 y que se fabricará en Martorell, acompañado además de una variante deportiva con las siglas GTI.

La decisión no es menor. Volkswagen rompe con la secuencia numérica que había acompañado a la familia ID. hasta ahora, apostando en su lugar por revivir nombres ya consolidados en el imaginario colectivo.

Este movimiento marca un cambio en la estrategia de la firma de Wolfsburgo: dejar atrás denominaciones abstractas y numéricas para abrazar la fuerza emocional de modelos con historia.

Y en ese terreno, pocos nombres pesan tanto como el Polo, un coche que en 2025 celebra medio siglo de vida.

Del ID.2all al ID. Polo: un cambio con sentido

El Volkswagen ID.2all se presentó en 2023 como un prototipo que prometía democratizar el acceso al coche eléctrico, anunciando un precio por debajo de los 25.000 euros y una autonomía de hasta 450 kilómetros.

Su diseño, cercano ya a la producción, dejaba claro que no era un experimento futurista, sino un proyecto realista destinado a convertirse en superventas.

Sin embargo, con el paso del tiempo, la marca decidió renombrarlo y dotarlo de mayor carga simbólica. Así nace el ID. Polo, que hereda casi por completo las proporciones y rasgos del concept de 2023.

Este cambio no se limita a un simple ejercicio de marketing. Como explicó Martin Sander, miembro del Comité Ejecutivo de Volkswagen responsable de Ventas, Marketing y Posventa, se trata de aprovechar la potencia de un nombre que forma parte de la vida cotidiana de varias generaciones:

“Un modelo como el Polo demuestra lo poderoso que puede ser un nombre: es sinónimo de fiabilidad, personalidad e historia. Precisamente por eso volvemos a dar a nuestros modelos ID. nombres que despiertan emociones y están arraigados en la vida de las personas”.

El movimiento abre la puerta a que otros modelos eléctricos de la marca sigan el mismo camino. Si hoy hablamos de un ID. Polo, no sería descabellado imaginar un futuro ID. Golf o un ID. Passat, reinterpretaciones eléctricas de nombres que han definido la historia reciente de Volkswagen.

Diseño continuista y fidelidad al prototipo

Las primeras imágenes del ID. Polo muestran un coche camuflado que, pese a los vinilos, deja entrever un diseño muy fiel al prototipo ID.2all.

La silueta compacta, las proporciones equilibradas y la apuesta por un estilo reconocible hacen pensar que el salto a la producción será mínimo en lo visual.

En el frontal destacan los faros unidos por una franja luminosa y un logotipo de Volkswagen retroiluminado, elementos que también aparecen en la zaga, donde los pilotos mantienen la disposición horizontal del concept.

El diseño transmite modernidad, pero sin caer en extravagancias, con la clara intención de atraer a un público amplio. La clave está en ofrecer un urbano eléctrico que conserve la esencia de lo que siempre fue el Polo: un coche versátil, práctico y con vocación global, pero ahora adaptado a los tiempos de la electrificación.

El regreso de las siglas GTI al mundo eléctrico

Si la denominación Polo tiene un peso simbólico enorme, aún más lo tienen las tres letras que acompañarán a su versión deportiva: GTI.

Volkswagen ha confirmado que junto al ID. Polo llegará también el ID. Polo GTI, una variante que marcará un antes y un después en la concepción de los eléctricos urbanos de altas prestaciones.

La apuesta resulta significativa porque la marca ha decidido descartar la nomenclatura GTX, hasta ahora utilizada en sus versiones eléctricas más potentes, en favor de las históricas siglas GTI. E

ste gesto no solo conecta emocionalmente con el legado de modelos como el Golf GTI, sino que también envía un mensaje claro: los eléctricos de Volkswagen no renuncian al espíritu deportivo que definió a la marca durante décadas.

El ID. Polo GTI se diferencia por un diseño más agresivo, con un paragolpes delantero rediseñado, llantas exclusivas, detalles en rojo que recorren la franja luminosa del frontal y un difusor trasero que refuerza su imagen dinámica.

Además, contará con un alerón más prominente y elementos aerodinámicos específicos que subrayan su carácter deportivo.

Más allá de la estética, Volkswagen ha adelantado que esta variante dispondrá de tracción total, un sistema de control dinámico del eje delantero y un innovador programa GTI Experience, que permitirá ajustar parámetros como la dirección, la respuesta del motor o la suspensión.

En otras palabras, no será un simple Polo eléctrico con más potencia, sino un verdadero laboratorio de sensaciones pensado para quienes buscan un coche con carácter.

Producción en Martorell: un paso clave para España

Uno de los aspectos más relevantes del proyecto es la decisión de fabricar tanto el ID. Polo como el ID. Polo GTI en la planta de Martorell (Barcelona).

Esta factoría, gestionada por SEAT dentro del Grupo Volkswagen, se convertirá en uno de los polos de producción de coches eléctricos más importantes de Europa.

La elección de Martorell no solo garantiza la continuidad industrial de la planta, sino que también posiciona a España como un centro estratégico en la electrificación del gigante alemán.

La llegada del ID. Polo en 2026 se enmarca además en el aniversario de los 50 años del Polo, un símbolo de continuidad y reinvención.

No se trata de enterrar al modelo de combustión, sino de reinterpretarlo bajo una nueva realidad tecnológica, manteniendo viva la esencia que lo convirtió en referente de la movilidad urbana.

Una estrategia de nombres con visión de futuro

El lanzamiento del ID. Polo supone también un viraje en la forma en la que Volkswagen quiere comunicar sus eléctricos.

La gama ID. había sido hasta ahora una sucesión de números (ID.3, ID.4, ID.5…), un sistema lógico pero carente de la carga emocional que tienen nombres con décadas de historia.

Apostar por denominaciones como Polo o GTI es una manera de hacer que la transición eléctrica resulte más cercana, menos abstracta y más reconocible para los clientes.

Este cambio llega en un momento clave. Con la electrificación imponiéndose a gran velocidad y la competencia endureciéndose, Volkswagen entiende que no basta con tener buenos productos: es necesario dotarlos de personalidad.

Y en ese terreno, recuperar nombres icónicos puede marcar la diferencia entre un coche más en el mercado y un modelo que realmente conecte con el público.

Expectación de cara al IAA Mobility de Múnich

El próximo gran escenario para Volkswagen será el IAA Mobility de Múnich, que se celebrará del 8 al 14 de septiembre.

Este evento servirá para medir la reacción del público y de la prensa especializada ante una estrategia que apuesta por la continuidad histórica en plena transición tecnológica.

La expectación es alta, especialmente porque la gama ID. busca asentarse como una de las referencias del mercado eléctrico europeo, y el ID. Polo está llamado a ser su modelo más accesible.

Volkswagen ha decidido mirar hacia el futuro sin renunciar a su pasado. Y en ese equilibrio entre tradición e innovación, el ID. Polo y el ID. Polo GTI se perfilan como dos piezas clave para el éxito de la marca en los próximos años.

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