Ya puedes importar un coche directamente desde China y recibirlo en tu casa

China EV Marketplace ha creado un portal que permite a particulares europeos adquirir coches eléctricos fabricados en China con entrega directa a domicilio.

Hasta ahora, importar un vehículo implicaba enfrentarse a burocracia aduanera, papeles interminables y recogida en puerto; una barrera disuasoria que esta iniciativa pretende borrar.

La plataforma facilita a un comprador europeo poder pedir un coche eléctrico y recibirlo homologado en casa, como si se tratara de cualquier compra por Internet.

La clave está en haber eliminado los obstáculos logísticos que tradicionalmente han frenado la importación de vehículos desde China.

Según los responsables del servicio, esta nueva opción deja atrás los complejos trámites, el papeleo y la incertidumbre que, hasta ahora, alejaban al comprador medio de la importación directa.

El éxito inicial no se ha hecho esperar. China EV Marketplace ha logrado vender unas 7.000 unidades y esto solo ha hecho que comenzar.

Este nuevo sistema de ventas contrasta con lo que ocurre en otros mercados. En Estados Unidos, por ejemplo, las ventas por esta vía prácticamente se han esfumado: solo unas 30 unidades han sido entregadas, la mayoría para pruebas o análisis internos.

Ante las restrictivas condiciones arancelarias y la baja demanda, la plataforma ha anunciado que dejará de enviar coches a ese país, concentrando su estrategia en Europa, donde el interés por este tipo de vehículos no para de crecer.

La oferta de modelos disponibles resulta especialmente atractiva. En el catálogo aparecen nombres ya conocidos por los seguidores del sector como los populares Xiaomi SU7 y YU7.

Otros modelos como el Zeekr 007, el Xpeng Mona M03 o el económico Geely Geome Xingyuan, uno de los más vendidos en China.

También se ofrecen vehículos más especializados como furgonetas ligeras, vehículos industriales y carritos eléctricos de hasta seis plazas, pensados para recintos privados, resorts o grandes complejos.

El aspecto diferenciador de esta propuesta es que muchos modelos a la venta no se encuentran disponibles de forma oficial en Europa.

Esto incluye vehículos de fabricantes chinos emergentes como Wuling, Baojun, Avatr, e incluso versiones fabricadas en China de modelos del grupo Volkswagen, como los ID.3, ID.4X, ID.4 Crozz, ID.6X e ID.6 Crozz.

Todo ello abre un abanico que va más allá de lo que actualmente ofrecen los concesionarios europeos y que responde al creciente apetito de los consumidores por alternativas más económicas y variadas.

En cuanto a los precios, el contraste con los vehículos comercializados directamente en Europa es evidente, pero hay que comprobar bien el precio final matriculado en España.

Y es que esta fórmula no está exenta de complejidades. Los vehículos importados desde China están configurados bajo la normativa técnica asiática, lo que implica que todos utilizan el conector de carga GB/T, incompatible de forma directa con los puntos de carga europeos, donde predomina el estándar CCS Combo.

China EV Marketplace incluye un adaptador gratuito con cada unidad, pero este puede afectar al rendimiento de la carga, y en casos más exigentes, puede requerirse un adaptador más avanzado y costoso, que puede rondar los 1.000 euros, además de ser voluminoso y no siempre compatible con todos los modelos.

Más allá del conector, otros elementos técnicos también pueden plantear retos. Algunas unidades pueden venir con sistemas operativos solo disponibles en chino o con aplicaciones que requieren conexión a servidores ubicados exclusivamente en China.

Esto puede limitar funcionalidades o dificultar el uso completo del sistema de infoentretenimiento.

Además, los repuestos para mantenimientos o reparaciones pueden no estar disponibles en el mercado europeo, lo que obliga a recurrir al proveedor original o a soluciones creativas con piezas compatibles.

Desde el punto de vista económico, la operación de importación conlleva una serie de costes adicionales que es necesario tener en cuenta.

Entre ellos están el despacho de aduanas, unos 400 dólares de media, la homologación del vehículo para su uso en Europa, que puede ascender a unos 1.500 dólares, además de los gastos de transporte internacional y la posible aplicación de derechos especiales de importación si se trata de modelos que no cumplen determinadas normativas.

Estos factores pueden diluir en parte el ahorro inicial que supone comprar un vehículo más barato directamente desde China.

Con todo, el modelo propuesto por China EV Marketplace está marcando una transformación en el acceso a coches eléctricos chinos que de momento no se comercializan en Europa.

Por otro lado, introduce una variable de presión directa sobre las redes tradicionales de concesionarios y sobre las marcas europeas, que hasta ahora habían competido en un entorno relativamente protegido.

Para algunos usuarios, esta nueva vía es la única forma de adquirir el modelo exacto que desean, especialmente si no está disponible en su país o si las versiones locales están sobredimensionadas y fuera de su presupuesto.

Para otros, sobre todo empresas o medios especializados, representa una oportunidad de análisis, testeo y comparación de la creciente competencia asiática en condiciones reales.

Y para muchos más, supone simplemente una nueva forma de consumir, coherente con la digitalización de todos los sectores, incluido el de la automoción.

La llegada de este modelo de importación directa a domicilio redefine las reglas del juego en el mercado europeo.

Frente a la presión de los aranceles, las limitaciones técnicas y las diferencias regulatorias, China EV Marketplace ha logrado abrir un canal comercial sin precedentes que conecta, de forma sencilla y legal, la oferta de fabricantes chinos con la demanda europea.

En un mundo donde las barreras comerciales parecen cada vez más simbólicas y los compradores reclaman opciones, esta plataforma no solo acerca el coche eléctrico chino al usuario medio, sino que anticipa una transformación mucho más profunda del mercado automotriz.

Etiquetas: coches eléctricos, coches chinos.