El primer coche de Tesla que sale el solo de la fábrica y va directamente a la casa del comprador

Comprar por internet un Tesla y que el mismo coche llegue circulando solo a tu casa, no es una fantasía, es una realidad.

Tesla ha dado un paso que puede cambiar las reglas del juego en la industria automotriz: por primera vez, ha entregado un coche de forma totalmente autónoma desde su fábrica hasta la casa del comprador.

Lo ha hecho en Austin, Texas, con un Tesla Model Y que se desplazó sin intervención humana por carreteras, autopistas y calles residenciales.

Elon Musk ha celebrado el acontecimiento asegurando que el trayecto se completó incluso un día antes de lo previsto. Según los datos que ha compartido, el coche alcanzó velocidades de hasta 116 kilómetros por hora en algunos tramos, lo que demuestra que no se trató de un simple paseo por calles tranquilas, sino de una prueba real en escenarios cotidianos de tráfico.

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Este tipo de entrega supone mucho más que una simple curiosidad. Es un mensaje contundente de Tesla: sus coches ya no solo pueden conducirse solos con un pasajero dentro, sino que pueden desplazarse sin ninguna persona a bordo, ni conductores ni supervisores remotos.

Lo que antes era solo un concepto vinculado a los vídeos promocionales, ahora se materializa en la entrega de un coche real a un cliente real.

Aunque Elon Musk ha asegurado que es la primera vez que esto ocurre en el mundo, la afirmación es discutida, ya que compañías como Waymo llevan tiempo operando vehículos autónomos sin conductor en zonas públicas y autopistas, especialmente en ciudades como Phoenix y San Francisco.

La diferencia aquí, y lo que parece darle un carácter especial al caso de Tesla, es que no hablamos de un servicio de transporte con pasajeros o de pruebas cerradas a empleados, sino de la entrega directa de un coche nuevo a su propietario final, sin que nadie intervenga en ningún momento del trayecto.

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Esta entrega sin supervisión marca un salto respecto al programa Robotaxi que Tesla lanzó recientemente en Austin. En ese servicio piloto, los vehículos todavía contaban con un empleado en el asiento del copiloto, listo para intervenir en caso de necesidad.

En cambio, la entrega autónoma de este Model Y se ha realizado sin asistencia humana de ningún tipo. Es una declaración de intenciones por parte de la marca, que parece estar cada vez más convencida de que su sistema Full Self-Driving está preparado para afrontar este tipo de operaciones sin supervisión.

Pero no todo el mundo está convencido de que estemos ante un avance completamente natural. Algunas voces dentro del sector sugieren que esta entrega pudo haber sido repetida varias veces hasta lograr un resultado limpio y sin incidentes, lo que abriría la puerta a pensar que el evento fue más una puesta en escena que una rutina lista para ser adoptada de forma generalizada.

Tesla, por ahora, no ha aclarado si el trayecto fue grabado a la primera o si hubo intentos fallidos previos, lo que añade cierto misterio al acontecimiento.

Además, no se pueden ignorar los desafíos que Tesla ha enfrentado con su tecnología de conducción autónoma. En las primeras pruebas de su Robotaxi en Austin se han reportado situaciones comprometidas, como cambios bruscos de carril y frenadas inesperadas, algo que sigue generando inquietud tanto entre los expertos en seguridad vial como en las agencias reguladoras.

Aunque el coche pueda completar un trayecto por su cuenta, la cuestión es si lo hace con la fiabilidad suficiente como para ser completamente seguro en un entorno urbano real.

Tesla ha prometido que publicará próximamente un vídeo del trayecto completo, lo que permitirá a todo el mundo evaluar con más detalle las condiciones del recorrido, el tráfico, los cruces y la capacidad del coche para enfrentarse a situaciones imprevistas.

Hasta que ese vídeo no vea la luz, será difícil determinar hasta qué punto estamos ante una hazaña auténtica o ante una operación de marketing cuidadosamente controlada.

El contexto en el que se produce este avance es importante. Tesla sigue apostando fuerte por el despliegue de sus Robotaxi en Austin, donde los viajes ya se están ofreciendo al público en zonas acotadas, a precios que rondan los cuatro dólares.

La empresa de Elon Musk aspira a tener una flota de hasta un millón de coches autónomos operando en los próximos años, pero para llegar a ese escenario tendrá que superar obstáculos técnicos, barreras legales y, sobre todo, la resistencia de una parte del público que todavía no se siente cómoda subiendo a un coche sin conductor..

¿Tú te fiarías de recibir tu próximo coche sin que nadie lo conduzca hasta la puerta de tu casa?.

Etiquetas: Tesla, Robotaxi