El Grupo Volkswagen quiere dar un impulso a la movilidad eléctrica con el lanzamiento de tres nuevos modelos: el Volkswagen ID.2, el CUPRA Raval y el Skoda Epiq.

Estos tres modelos formar parte de la estrategia del gigante alemán pasa por conquistar el segmento de los coches eléctricos urbanos accesibles.
Su apuesta intenta conquistar el mercado con diseño, autonomía competitiva y precios por debajo de los 25.000 euros.
Estos tres nuevos modelos comparten el mismo ADN industrial, al estar construidos sobre la plataforma MEB Entry.
Además representan una respuesta firme a una de las principales demandas del mercado: coches eléctricos asequibles, prácticos y fabricados localmente.
El proyecto tiene nombre y apellidos: se fabricarán en España, en las plantas de Martorell (Barcelona) y Landaben (Navarra), y su producción comenzará en marzo de 2026.
Skoda Epiq: un SUV urbano que quiere dominar la ciudad
De los tres, el Skoda Epiq es quizás el más camuflado y menos mediático hasta ahora, pero sus credenciales lo sitúan como un serio aspirante a liderar el segmento B eléctrico.
Con una longitud cercana a los 4,10 metros, este SUV urbano será más pequeño que el Skoda Elroq, pero compartirá con él una estética robusta y un enfoque funcional.
Fabricado en Navarra, el Epiq ofrecerá más de 400 km de autonomía WLTP gracias a su arquitectura eficiente y baterías optimizadas.
Y todo ello por un precio que no superará los 25.000 euros en sus versiones básicas. Estará posicionado frente a rivales como el Renault 4, el FIAT 600e o el futuro Kia EV2.
Este modelo se caracteriza por una silueta compacta con voladizos cortos, herencia directa del concept Epiq original.
Dispondrá de importantes detalles en diseño que apuntan a una orientación práctica sin renunciar a la aerodinámica: ocho entradas de aire verticales en el paragolpes, barras en el techo, un alerón trasero y un maletero de casi 490 litros.
El interior todavía no ha sido desvelado, pero todo apunta a que seguirá la filosofía “Simply Clever” de Skoda, apostando por el espacio, soluciones prácticas y una relación calidad-precio ajustada.
Su lanzamiento coincidirá con una ola de nuevas propuestas de coches eléctricos urbanos que buscan destacar en uno de los segmentos de mayor futuro.
Volkswagen ID.2: ¿el heredero eléctrico del Polo?
En el caso del Volkswagen ID.2, la apuesta es aún más estratégica. Wolfsburgo ha puesto todos los focos sobre este modelo, llamado a ser el estandarte del coche eléctrico compacto para el gran público.
Su producción también arrancará en marzo de 2026 en la planta de Martorell, y su presentación oficial tendrá lugar en el Salón de Múnich en septiembre de 2025, donde se espera que se desvelen sus especificaciones definitivas.
Aunque por ahora sigue envuelto en una cobertura que imita al Volkswagen Polo, muchos dentro del sector ya anticipan que este modelo podría suponer una resurrección simbólica del Polo en versión eléctrica.
El ID.2, o como finalmente decidan llamarlo, incorporará mejoras técnicas sustanciales respecto a la actual gama ID.
Por ejemplo, se ha confirmado que abandonará los frenos traseros de tambor, en favor de unos discos con doble pistón, lo que mejorará tanto la frenada como el confort de marcha.
Su rango de precios se moverá entre los 25.000 y 30.000 euros, dependiendo del nivel de autonomía y equipamiento.
En su versión básica, debería contar con una batería LFP de 38 kWh, mientras que las versiones más caras incorporarán una NCM de 56 kWh, con una autonomía que podría alcanzar los 450 km WLTP.
Se cargará hasta 125 kW en corriente continua, lo que permitirá recuperar el 80% de la batería en apenas 20 minutos.
Pero lo más llamativo es lo que viene después: versiones GTI, Clubsport y R están en camino, con potencias de 226 CV, 286 CV y hasta 400 CV.
La intención por parte de Volkswagen es convertir al ID.2 en mucho más que un utilitario eléctrico: será un coche emocional, versátil y deportivo.
CUPRA Raval: el eléctrico con alma de rebelde
Cierra el trío el CUPRA Raval, que también se presentará oficialmente en el Salón de Múnich y cuya producción comenzará simultáneamente con la del ID.2 en Martorell.
Este modelo no solo marca un antes y un después para la marca española, sino también para el Grupo Volkswagen, al ser el primer coche eléctrico asequible de CUPRA y el que inaugura la subgama Electric Urban Car Family.
Inspirado en el concept UrbanRebel, el Raval lleva el diseño al extremo: líneas tensas, proporciones dinámicas y detalles como el efecto “visera” en el pilar A, que une visualmente parabrisas y ventanillas, o la firma lumínica de tres triángulos, que reforzará su carácter CUPRA.
Sus dimensiones lo colocan en el centro del segmento B, con una carrocería relativamente alta para garantizar espacio interior sin renunciar a la estética deportiva.
A nivel técnico, comparte base con el ID.2, lo que significa que ofrecerá también las dos configuraciones de batería (38 y 56 kWh), carga rápida hasta 125 kW y un motor eléctrico delantero.
Pero es muy probable que CUPRA lo lleve un paso más allá en cuanto a sensaciones de conducción, con una puesta a punto más agresiva y versiones de altas prestaciones para competir contra modelos como el Peugeot E-208 GT o el Alpine A290.
El objetivo comercial es claro: ofrecer un coche eléctrico urbano, emocional y competitivo por un precio que ronde los 25.000 euros, atrayendo a un público joven que busca diseño, tecnología y sostenibilidad en un solo producto.
Más allá de los modelos, hay un mensaje muy potente detrás de este proyecto: España será la base industrial de la electrificación del Grupo Volkswagen.
Las plantas de Martorell y Landaben han sido remodeladas con inversiones multimillonarias y ya se están ensamblando módulos de batería de forma local. En Sagunto, además, está en marcha una gigafactoría que consolidará esta apuesta en los próximos años.
El Grupo se ha marcado el objetivo de producir hasta 800.000 unidades al año entre ambos centros, convirtiendo al país en un pilar estratégico para su ofensiva eléctrica en Europa.
Todo ello llega en un momento clave, cuando las ventas de eléctricos crecen, pero también lo hacen las dudas de los consumidores ante los precios elevados y la infraestructura de carga.
El Volkswagen ID.2, el CUPRA Raval y el Škoda Epiq no son solo coches. Son símbolos de una transición que necesita productos reales, tangibles y accesibles.
Y si cumplen lo prometido, pueden cambiar para siempre el mapa de la automoción en Europa.
Etiquetas: coches eléctricos, lanzamientos.