BYD rompe récords en almacenamiento energético con una unidad de 14,5 MWh

El nuevo sistema Haohan duplica la capacidad actual, con menos espacio, mayor eficiencia y una arquitectura pensada para el almacenamiento de larga duración.

En el contexto de la transición energética mundial, el almacenamiento de energía se ha convertido en una tecnología esencial para garantizar la estabilidad de las redes eléctricas alimentadas por fuentes renovables.

Estos sistemas, comúnmente conocidos como BESS (Battery Energy Storage Systems, por sus siglas en inglés), funcionan como grandes “baterías” que almacenan electricidad y la liberan cuando la red lo necesita.

Son fundamentales para compensar la naturaleza intermitente de fuentes como la solar o la eólica, y permiten aprovechar al máximo cada kilovatio producido por energías limpias.

Estos sistemas están diseñados para usarse a gran escala, en instalaciones industriales o directamente conectados a redes eléctricas nacionales o regionales.

Pueden ayudar a evitar apagones, estabilizar el voltaje, equilibrar la oferta y la demanda, y reducir la dependencia de combustibles fósiles.

En los últimos años, los avances tecnológicos han mejorado su eficiencia, reducido su tamaño y multiplicado su capacidad de almacenamiento, lo que los ha vuelto más atractivos para gobiernos, operadores de red y empresas del sector energético.

En este escenario, BYD, uno de los gigantes globales en tecnología energética ha presentado una innovación sin precedentes que podría marcar un antes y un después en esta industria.

Se trata del nuevo sistema Haohan, una solución de almacenamiento de energía en batería que, con 14,5 MWh de capacidad en una sola unidad, se posiciona como el más potente del mundo hasta la fecha.

Una arquitectura de almacenamiento sin precedentes

Desde el punto de vista técnico, cada unidad mínima del sistema alcanza una capacidad de almacenamiento de 14,5 MWh, lo que representa más del doble de los estándares actuales del sector, que oscilan entre los 6 y 7 MWh.

Aun cuando se encapsula dentro de un contenedor estándar de 20 pies, el sistema logra almacenar 10 MWh, lo que evidencia un nivel de compresión e ingeniería interna que va mucho más allá de lo convencional.

Este aumento en capacidad no sólo es numéricamente impactante, sino que implica consecuencias prácticas inmediatas.

En proyectos de gran envergadura, por ejemplo, instalaciones de almacenamiento de 1 GWh, el uso de Haohan permitiría reducir en más del 50% la cantidad de unidades necesarias.

Esto a su vez se traduce en una reducción de un tercio en el uso de suelo y una caída del 76% en la cantidad total de celdas requeridas.

La reducción de elementos no sólo aligera los proyectos desde el punto de vista técnico, sino que optimiza los costos logísticos, operativos y de mantenimiento.

La batería Blade: núcleo de la innovación

Uno de los elementos clave que permiten alcanzar esta capacidad sin precedentes es la inclusión de la batería Blade de BYD, una tecnología propietaria de la compañía que lleva tiempo consolidándose en el sector automotriz y que ahora da el salto al almacenamiento energético a gran escala.

La celda de esta batería alcanza los 2.710 Ah, una cifra que multiplica entre cuatro y ocho veces la capacidad de las celdas que actualmente se consideran estándar dentro del mercado de almacenamiento energético, cuyas cifras oscilan entre los 314 Ah y los 600 Ah.

BYD no solo ha superado a sus competidores directos como Hithium (1.175 Ah) y CATL (con su Tener Stack de 9 MWh), sino que ha elevado de forma sustancial la vara para toda la industria.

Otra métrica en la que Haohan se destaca es el VCTS (relación volumen celda-sistema), que alcanza un impresionante 52,1%, el mayor registrado hasta la fecha.

Esta cifra representa una integración más eficiente del espacio físico disponible dentro de la unidad, lo que se traduce en una mayor densidad energética volumétrica: 233 kWh por metro cúbico, un aumento del 51% respecto al promedio del sector.

Más allá de la capacidad: seguridad, fiabilidad y durabilidad

El avance tecnológico de Haohan no se limita a su capacidad energética. También ha sido diseñado pensando en la longevidad y estabilidad del sistema.

Cuenta con una protección con clasificación IP66, lo que implica una mayor resistencia frente al polvo y el agua. Esto duplica la vida útil de componentes tradicionalmente vulnerables a estos elementos, reduce las tasas de fallos del sistema en un 70% y disminuye los costes de mantenimiento en la misma proporción.

Este tipo de mejoras operativas refuerzan la confiabilidad de los sistemas de almacenamiento, algo especialmente crítico cuando se aplican a proyectos de larga duración o instalados en condiciones ambientales adversas.

La arquitectura interna del sistema también ha sido rediseñada para reducir la cantidad de gabinetes, simplificar la gestión interna y favorecer una administración energética más fluida. Todo ello apunta a una lógica de operación más eficiente, con menos piezas móviles y menos puntos de fallo potencial.

Aplicaciones en almacenamiento de larga duración (LDES)

Uno de los aspectos más destacados del nuevo sistema es su orientación específica hacia aplicaciones de almacenamiento de energía de larga duración (LDES, por sus siglas en inglés).

Kai Wang, gerente de BYD Energy Storage para Reino Unido e Irlanda, confirmó que Haohan ha sido desarrollado específicamente con este propósito en mente.

Este tipo de aplicaciones son fundamentales para estabilizar redes eléctricas que dependen cada vez más de fuentes intermitentes como la solar o la eólica.

Con Haohan, BYD no solo ofrece una respuesta tecnológica avanzada, sino que proporciona una herramienta estratégica en el marco de la transición energética mundial.

La compañía afirma que la implementación de su sistema permite reducir los costos totales de los proyectos energéticos en un 21,7%, un dato que puede inclinar la balanza a favor de las renovables en mercados donde el coste sigue siendo una barrera.

Impulsando una nueva competencia global

El lanzamiento de Haohan se produce en un entorno de competencia cada vez más intenso. A lo largo de 2025, empresas como CATL, Eve Energy, Sunwoda y Hithium han presentado productos que buscan elevar la capacidad y la eficiencia de los sistemas BESS (Battery Energy Storage Systems).

Sin embargo, la magnitud de la solución presentada por BYD establece un nuevo estándar que podría cambiar las reglas del juego.

Por ejemplo, la comparación con el sistema Tener Stack de CATL, que alcanza los 9 MWh en un diseño apilado de dos contenedores, resalta la eficiencia del sistema Haohan, que ofrece una capacidad mucho mayor dentro de un único contenedor estándar.

Además, mientras Hithium celebraba este año el lanzamiento de su celda de 1.175 Ah, BYD ya ha duplicado esta cifra con su batería Blade.

La carrera por la densidad energética y sus desafíos

Si bien el avance en densidad energética ha sido uno de los motores más relevantes del progreso en almacenamiento energético, también conlleva nuevos retos.

Expertos que participaron recientemente en la feria RE+ en Estados Unidos han señalado que el constante aumento en la densidad energética plantea dificultades logísticas, normativas y de asegurabilidad.

El transporte de sistemas más densos requiere nuevas normas de seguridad. Además, los compradores de sistemas de almacenamiento enfrentan una sobreoferta de opciones que, si bien mejora la competencia, también aumenta la complejidad en la toma de decisiones.

Un paso decisivo hacia el futuro energético

En conjunto, el sistema Haohan de BYD representa mucho más que una innovación tecnológica. Es una apuesta estratégica para liderar la próxima etapa de la transición energética.

La capacidad de 14,5 MWh en una sola unidad, la reducción en el uso de componentes, la fiabilidad operativa y la eficiencia espacial marcan una diferencia cualitativa frente a cualquier oferta actual.

Con Haohan, BYD no solo busca capturar una mayor cuota de mercado, sino empujar a toda la industria hacia un futuro donde la energía limpia y accesible sea una realidad tangible.