La Toyota PROACE vuelve a ser la líder indiscutible del mercado de furgonetas eléctricas en España.
A diferencia del mercado de turismos, donde las marcas chinas están consiguiendo ganar cuota de mercado mes a mes, el segmento de las furgonetas eléctricas sigue dominado con claridad por los fabricantes tradicionales europeos y japoneses.
Octubre de 2025 lo deja claro: el cliente profesional, al menos por ahora, confía en los actores de siempre. Toyota, Ford, Renault, Volkswagen y Citroën se reparten el top 10 de matriculaciones sin dejar espacio a las propuestas asiáticas emergentes.
La Toyota PROACE se ha coronado como la furgoneta eléctrica más vendida en España durante octubre. Un hito que no sorprende del todo, teniendo en cuenta la consistencia que viene mostrando el modelo japonés en los últimos meses.
Con una autonomía solvente, una gama de versiones versátil y un respaldo comercial fuerte, Toyota ha conseguido lo que muchos creían impensable hace tan solo dos años: liderar de forma clara un segmento históricamente dominado por marcas europeas.
En segunda posición aparece la Ford Transit eléctrica, un modelo que confirma su consolidación en el mercado de flotas de gran volumen.
Su crecimiento no es casual: ofrece prestaciones de gama alta, buen comportamiento dinámico y una capacidad de carga difícil de igualar.
Ford, que fue criticada en su día por entrar tarde al juego eléctrico, parece haber dado con la fórmula para recuperar terreno rápidamente.
El tercer puesto es, sin duda, uno de los más comentados del mes: la Volkswagen ID. Buzz se cuela entre las más vendidas con fuerza, demostrando que el diseño también vende en el entorno profesional. Y no solo por estética.
Este modelo, que muchos veían más como una declaración de intenciones que como un vehículo de trabajo real, está encontrando su lugar entre empresas que buscan diferenciarse.
La Renault Kangoo Van E-Tech Electric, en cuarta posición, mantiene su papel de veterana del segmento. Es una furgoneta que no sorprende, pero tampoco decepciona.
Eficiente, práctica y con una buena red de servicio detrás, Renault ha sabido actualizar su producto sin necesidad de grandes revoluciones. Una fórmula que sigue funcionando.
Justo detrás, en el quinto lugar, se sitúa otra propuesta de Renault: la Master E-Tech. Con más capacidad, más presencia en carretera y una orientación clara hacia el transporte pesado urbano e interurbano, su buena posición en el ranking confirma que el mercado también valora el volumen y la potencia en eléctrico.
El hecho de que Renault tenga dos modelos en el top 5 es señal de una estrategia sólida que está dando frutos.
La Nissan Townstar, en sexto lugar, está ganando visibilidad. Aunque aún no goza del mismo volumen que sus hermanas del grupo Renault, la apuesta de Nissan está calando especialmente en pequeñas empresas que buscan fiabilidad y consumo contenido.
De momento, sin hacer mucho ruido, la Townstar se está haciendo un hueco respetable en el mercado español.
El séptimo lugar es para la Citroën ë-Berlingo, un modelo que combina accesibilidad con buen equipamiento. Sigue siendo una elección recurrente para servicios técnicos, repartidores y autónomos en núcleos urbanos.
Aunque no es la más innovadora ni la más potente, su versatilidad la mantiene como una opción sólida.
En octava y novena posición encontramos a Peugeot, presente con dos modelos: la e-Partner y la e-Expert. Ambas forman parte del ecosistema eléctrico de Stellantis, y confirman que la estrategia de compartir plataformas entre marcas funciona, al menos en el segmento de las furgonetas eléctricas.
Cierra el listado de octubre la Mercedes eVito, un modelo que muchos esperaban ver más arriba. Pese a contar con el prestigio de la marca y una calidad de acabados superior a la media, sus cifras de matriculación no terminan de reflejar ese potencial.
Quizá el precio, más elevado, esté lastrando sus ventas en un mercado que empieza a mirar con lupa cada euro invertido.
Más allá del ranking, octubre deja claro que el mercado de furgonetas eléctricas ha dejado de ser terreno exclusivo de pioneros o empresas con responsabilidad social corporativa.
Hoy, la compra de un vehículo comercial eléctrico responde a una lógica puramente empresarial: menor coste por kilómetro, acceso sin restricciones a zonas urbanas, menos averías y una imagen de marca alineada con las nuevas exigencias del consumidor.
La comodidad de poder dejar cargando por la noche en las empresas los vehículos profesionales, hace que cada días sea mas interesante dar el salto a la movilidad eléctrica para un autónomo o una pequeña empresa.
Lo que sí está claro es que el cliente profesional es exigente. Una buena garantía y un servicio de postventa y taller especializado en coche eléctrico marca la diferencia a la hora de elegir una furgoneta eléctrica.
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