A falta de aprobación oficial, siguen abiertas muchas incógnitas sobre una gestión que, por ahora, solo se sabe que será centralizada.

Sin solucionar las compras de coches eléctricos hechas en 2024 y 2025 a través del Plan MOVES, se ha presentado el Plan Auto+, que pretende corregir los errores de gestión.
Este nuevo esquema de ayudas, anunciado en el marco del Plan Auto 2030, pretende dejar atrás el modelo descentralizado del Plan MOVES III y establecer una base sólida para acelerar la adopción del vehículo eléctrico.
Lejos de ser un simple programa de subvenciones, el Plan Auto+ nace como una herramienta estratégica para transformar el parque móvil español, reducir la dependencia de los combustibles fósiles y fortalecer la industria nacional del aurtomóvil.
Uno de los principales lastres del impulso al coche eléctrico en España ha sido la lentitud, la desigualdad y la falta de claridad de los programas anteriores.
El más reciente, el Plan MOVES III, fue objeto de duras críticas tanto por parte de los usuarios como del sector.
La gestión autonómica de los fondos generó una enorme brecha territorial: mientras algunas comunidades agotaban rápidamente los recursos disponibles, otras mantenían procesos lentos, burocráticos y poco transparentes.
A día de hoy, según estimaciones oficiales, alrededor de 40.000 personas siguen esperando recibir las ayudas comprometidas, por un valor cercano a los 300 millones de euros.
Esta situación no solo ha minado la confianza de los ciudadanos, sino que ha frenado la propia transición energética.
Es llamativo que se haya presentado un nuevo plan de ayudas sin hacer mención a todas las personas que están pendientes de cobrar y no saben si habrá fondos.
El Plan Auto+ se prevé que se activará en enero de 2026, pero, de momento, no hay nada aprobado oficialmente. Además, a falta de pocos días, se desconoce cómo se hará la gestión.
Lo que sí cambiará será la gestión de las ayudas, que pasará a estar centralizada en el Estado, eliminando el componente autonómico que tantos problemas ha generado.
Este cambio busca no solo agilizar los plazos de tramitación y cobro, sino también garantizar la equidad entre comunidades autónomas.
La cuantía de las ayudas parece que seguirá siendo la misma: 4.500 euros por la compra de un coche eléctrico y 2.500 euros más si se entrega un vehículo para achatarramiento.
La dotación para cubrir todas estas solicitudes es de 400 millones de euros, pero no se sabe qué sucederá si se rebasa esta cuantía, porque está claro que esos fondos no serán suficientes.
Este año 2025 se van a vender más de 100.000 coches eléctricos, que agotarían esos fondos con toda seguridad, más aún si cabe.
Esto es lo que ha pasado este año con el Plan MOVES y no se sabe cómo se resolverá. Si las ayudas son directas, la venta de coches eléctricos aumentará notablemente.
Para poder corregir este problema, el plan Auto+ se beneficiará de una nueva gestión más profesionalizada, según ha anunciado el secretario de Estado de Industria.
Se establecerá un sistema de seguimiento y evaluación continua, lo que permitirá introducir ajustes en tiempo real y adaptar el plan a la evolución del mercado.
Esta flexibilidad era inexistente en los planes anteriores, que operaban con criterios rígidos y sin capacidad de rectificación.
Lo que está claro es que el mensaje que lanza el Ejecutivo es inequívoco: España no se bajará de la transición hacia la electromovilidad.
En palabras de Pedro Sánchez durante la presentación del Plan, el coche eléctrico “debe dejar de ser un lujo o una inversión inasumible para muchas familias”.
En este sentido, el Auto+ se posiciona como un instrumento clave para democratizar el acceso al vehículo eléctrico, en un momento en el que los precios siguen siendo un freno para la mayoría de personas.
Etiquetas: coches eléctricos noticias.








