De Madrid a Algeciras en camión eléctrico: 1.383 kilómetros recorridos con solo dos paradas y una tonelada de CO₂ evitada

Presentado con polémica por su parecido al Tesla Semi, el camión de la marca china Windrose demuestra lo que el americano aún no ha hecho: recorrer España con carga real y cero emisiones.

Un camión eléctrico fabricado por la empresa china Windrose Technology ha recorrido con éxito una de las rutas logísticas más importantes de España: Algeciras–Madrid.

La operación, liderada por CEVA Logistics, ha supuesto mucho más que una prueba técnica: se trata de un mensaje claro al sector del transporte de mercancías.

El camión eléctrico recorrió 1.383 kilómetros (ida y vuelta) en apenas 19 horas, deteniéndose solo dos veces para recargar, y evitando la emisión de una tonelada de CO₂.

El camión del Windrose Long Range, des de su lanzamiento ha sido fruto de la polémica, debido a su diseño, que recuerda inevitablemente al Tesla Semi, pero que en cifras lo ha superado con hechos.

Con una autonomía real de 670 kilómetros, una potencia máxima de 1.394 CV y una arquitectura que responde ya a las exigencias del mercado europeo, este camión está dejando de ser una curiosidad para convertirse en un actor serio dentro del sector.

El proyecto no es aislado. CEVA Logistics, una de las principales operadoras de transporte a nivel global, ha dejado claro que esta prueba forma parte de una hoja de ruta concreta para electrificar su flota.

Tras un ensayo anterior en China, ahora ha llevado la experiencia a las carreteras españolas, y ya se plantea expandirla a otros mercados europeos como Francia, el Benelux y Reino Unido.

También se prevé una segunda prueba en España, esta vez con configuraciones más ambiciosas como los dúo trailers, aprovechando la reciente modificación del Reglamento General de Vehículos publicada por la Dirección General de Transporte.

Además, la compañía de origen chino, no ha pasado desapercibida. Lejos de quedarse en su mercado doméstico, ya opera en EE. UU., Australia y Nueva Zelanda, y ha iniciado su desembarco europeo con pasos firmes: sede en Amberes y planes de producción en Valenciennes (Francia).

Su entrada en el Viejo Continente no es una declaración de intenciones, sino una estrategia industrial en marcha.

En el caso de España, ha sido el grupo navarro LODISNA el encargado de poner este camión sobre el asfalto. Reconocida por su apuesta continua por nuevas tecnologías de propulsión, la empresa ha colaborado con Windrose para realizar un trayecto completo con una carga real de 20 toneladas, en un entorno logístico cotidiano, por autovías como la A-2 y la A-6.

La autonomía conseguida y el rendimiento obtenido no tienen precedentes en el país para un vehículo eléctrico de este tipo. El modelo Long Range se posiciona como un referente no solo por su alcance, sino también por su arquitectura tecnológica.

Equipado con cuatro baterías de fosfato de hierro y litio, alcanza una potencia continua de 705 kW (unos 960 CV) y puede llegar hasta 1.394 CV en su punto máximo.

A diferencia de otros modelos eléctricos del mercado europeo, ofrece un sistema de recarga rápida que permite pasar del 20% al 80% de batería en 38 minutos, un dato fundamental para no comprometer la operativa logística.

La configuración del camión responde a un formato 6×4, con un peso total de 11.900 kilos y una longitud de 8,10 metros, dimensiones que, aunque más cercanas a las del mercado americano, están empezando a encontrar hueco en Europa gracias a los ajustes normativos y a una creciente apertura del sector a vehículos más eficientes y potentes.

No obstante, esta adaptación no está exenta de retos: uno de los elementos más debatidos ha sido el puesto de conducción central, que aunque favorece la visibilidad y la aerodinámica, ha sido recibido con escepticismo por parte de algunos conductores acostumbrados a las cabinas tradicionales.

Además de la versión Long Range, Windrose también ha desarrollado una opción Standard Range, con una autonomía de 475 kilómetros y baterías de litio con capacidad total de 486 kWh.

Este modelo se ajusta más a las necesidades de transporte regional y de distribución urbana, pero mantiene las mismas dimensiones y configuración mecánica que su hermano mayor. La existencia de ambas variantes permite a la marca cubrir un espectro más amplio del mercado.

Una de las comparaciones más inevitables desde que este camión empezó a circular por España ha sido con el Tesla Semi. El diseño del Windrose, con líneas limpias y aerodinámica avanzada, recuerda al modelo norteamericano.

Sin embargo, el fabricante chino ha demostrado ser capaz de manejar más peso, ajustándose mejor a la legislación europea, y ha conseguido una eficiencia energética superior, con coeficientes aerodinámicos mejores y un rendimiento en carretera ya validado.

Mientras Tesla sigue siendo, en muchos sentidos, una promesa aún por desplegar completamente en Europa, Windrose ha empezado a circular.

La apuesta de CEVA por este tipo de vehículos es un reflejo de la evolución del sector. En palabras de Sandra Villeminot, responsable global de sostenibilidad terrestre y ferroviaria de la compañía: “Para nosotros, esto no es solo una prueba técnica, es el símbolo del compromiso con la descarbonización del transporte de mercancías. Estamos convencidos de que este es el futuro de la logística”.

La circulación de este camión por rutas críticas como la que une Algeciras, principal puerto de entrada de mercancías desde África y Asia, con Madrid, el gran centro logístico de la península, es también un gesto simbólico.

Este eje, uno de los más transitados del país, ha sido testigo de una transformación silenciosa pero poderosa: la entrada en escena de un nuevo actor eléctrico que ha dejado de ser una promesa para convertirse en una herramienta real, operativa y escalable.

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