El CEO de Volvo lo tiene claro: el futuro del coche es eléctrico, le pese a quien le pese

En un momento de máxima tensión para la industria del automóvil, las decisiones estratégicas de los fabricantes son trascendentales.

La presión por adaptarse a la movilidad eléctrica, la incertidumbre económica y las tensiones geopolíticas han empujado a muchas marcas hacia un punto crítico.

Volvo, lejos de mostrarse intimidada, ha levantado la voz por medio de su CEO, Håkan Samuelsson, quien sostiene con firmeza que la apuesta por el coche eléctrico no solo no está debilitando a la compañía, sino que la está fortaleciendo.

Estas declaraciones llegan en un contexto donde los números no juegan a su favor. Las ventas de coches eléctricos de Volvo han sufrido un duro golpe en lo que llevamos de 2025, con caídas significativas en modelos clave como el EX30 y el EC40.

Solo un 3 por ciento de los propietarios de un coche eléctrico volverían a uno de combustión.

Pero Samuelsson, que ha regresado recientemente al mando de Volvo, sostiene que no hay razón para cuestionar la estrategia. De hecho, insiste en que la marca está más comprometida que nunca con la electrificación, y que este compromiso es la base para el crecimiento a largo plazo.

El coche eléctrico vive en Europa un crecimiento significativo en países tan importantes como Alemania y Reino Unido. Por el contrario en Italia y España su cuota de mercado sigue estando por debajo del 10%.

Estos motivos llevan al CEO de Volvo ha decir contundente: “El coche eléctrico no está debilitando a Volvo, sino fortaleciéndola”. En sus propias palabras, la estrategia de la compañía no cambiará.

El Volvo EX30, el modelo eléctrico más popular de la marca, llegó a ser el coche eléctrico más vendido en España, pero la llegada de los aranceles a los coches eléctricos chinos hizo replantearse su estrategia para no perder margen de beneficio.

Ya han salido las primeras unidades del Volvo EX30 de la fábrica de Bélgica.

A partir de 2025 el EX30 se fabrica en Bélgica y las ventas han comenzado otra vez a subir en el continente europeo.

Samuelsson no se anda con rodeos. Considera que las barreras comerciales y los recientes aranceles han transformado la industria. Antes, un coche podía fabricarse en China y venderse sin obstáculos en cualquier parte del mundo. Hoy, el escenario es mucho más complejo.

Los cambios geopolíticos y las tensiones internacionales han obligado a las marcas a reestructurar sus cadenas de suministro y estrategias de fabricación. Para Volvo, esto supone adaptar sus operaciones sin perder el foco en su compromiso eléctrico.

El lanzamiento de los nuevos Volvo EX90 es la prueba evidente por la apuesta clara de la marca. Este modelo, completamente eléctrico, representan la nueva generación de vehículos con los que Volvo pretende reconquistar al mercado.

Según Samuelsson, la electrificación total sigue siendo el destino final y la velocidad la va a marcar el mercado. “Volvo está totalmente comprometida con el coche eléctrico de batería; nada ha cambiado en ese sentido”, afirma el CEO.

Samuelsson advierte de un riesgo que muchos parecen querer ignorar: apartarse de las directrices europeas sobre la eliminación progresiva de los coches térmicos sería un error estratégico.

La Comisión Europea ha marcado un rumbo y el mercado deberá alinearse tarde o temprano. En este sentido, el CEO insiste en que es imprescindible construir un ecosistema robusto para los vehículos eléctricos. Desde su punto de vista, aferrarse al motor de combustión no tiene sentido. “El coche eléctrico prevalecerá”, sentencia.

El discurso de Samuelsson puede parecer desafiante para mercados como el español o el italiano, pero la marca de origen sueco sabe que en los países del norte de Europa el coche eléctrico es el futuro inmediato.

Países como Noruega, Suecia,Finlandia, Bélgica o Dinamarca en los que las ventas de coches eléctricos arrasan y no paran de crecer. Además son países con un buen poder adquisitivo en los cuales el precio no es una barrera de compra.

Lo que es evidente es que Volvo no tiene intención de dar marcha atrás. Samuelsson lo tiene claro, tiene que posicionarse en el segmento y no generar dudas.

La llegada de marcas chinas del mismo grupo Geely serán su competencia, al igual que BYD o Tesla. Pero en su pelea ya no va a competir con los fabricantes que se hayan quedado fuera del mercado del coche eléctrico.

La apuesta de Volvo es firme y su CEO lo tiene claro. No da lugar a especulaciones. La marca seguirá apostando por el coche eléctrico.