Cada vez más coches eléctricos presentan un sistema de carga a 800 voltios, lo que reduce sustancialmente el tiempo de carga.
Las críticas hacia el coche eléctrico se van resolviendo a pasos agigantados: el precio, la autonomía y el tiempo de carga.
El precio del coche eléctrico ya es igual o más barato que uno de combustión, la autonomía cada día es mayor y el tiempo de carga se reduce con nuevos sistemas con la carga a 800 voltios.
En la actualidad la mayoría de coches eléctricas que se comercializan en España llevan un sistema de carga de 400 voltios, pero ya hay algunos modelos de líneas mas premium que incorporan la plataforma de 800 voltios.
La ventaja principal del sistema de carga de 800 V es que reduce hasta un 50% el tiempo de recarga de un coche eléctrico respecto al sistema de carga de 400 voltios.
En un futuro la mayoría de coches de gran potencia con una tamaño medio o grande llevarán este sistema de 800 voltios y en China que van 10 pasos por delante ya están probando sistemas de carga de hasta 1.700 voltios.
Lo que está claro que el tiempo de recarga, uno de los inconvenientes que se le atribuía al coche eléctrico llegará el día y será muy cercano en el que el tiempo para cargar la batería sea mínimo, debido a los grandes avances que hay sobre esta tecnología.
En España ya podemos adquirir coches eléctricos con un sistema de carga de 800 voltios, modelos como el Hyundai Ioniq 5, el Kia EV6, el Porsche Taycan o el Audi e-tron GT.
Si juntamos una estación de carga rápida de 300 kW con un coche con un sistema de carga de 800 voltios podemos recargar la batería en tan solo 15 minutos y recorrer 400 kilómetros.
Otro beneficio extra que tiene el sistema de carga de 800 V es que mejora la eficiencia, se pierde menos energía y se necesita «menos corriente», lo que hace que se reduzca la degradación que se produce en las baterías por el calentamiento a la hora de recargarlas.