El SU7 ha superado a Porsche en la prueba de velocidad realizada en el circuito de Nürburgring.

El mundo del automóvil ha despertado sobresaltado. No por una nueva versión del eterno 911, ni por otra evolución del Taycan, ni siquiera por un nuevo hiperdeportivo europeo.
La sacudida viene desde China, y más concretamente desde una marca que, hasta hace muy poco, era sinónimo de móviles, tablets y televisores baratos.
Xiaomi ha convertido su apuesta por el coche eléctrico en una declaración de guerra, y el escenario elegido no ha sido otro que el santuario del automovilismo mundial: el circuito de Nürburgring.
El BYD Seal 06 GT llegará en 2025 y seguro que será todo un éxito de ventas.
El SU7 Ultra, su berlina eléctrica de alto rendimiento, ha registrado un tiempo de 7:04.957 en el trazado del Nordschleife.
Un número que para muchos podría parecer anecdótico, pero que en el contexto adecuado significa una sola cosa: Porsche ha sido superado.
Y no por Tesla, ni por Rimac, ni por Lucid. Ha sido Xiaomi quien ha logrado lo que hasta ahora parecía imposible: arrebatarle a Alemania la corona del coche eléctrico de producción más rápido del mundo.
Este no es un titular fácil de digerir para la industria europea, que lleva décadas basando su poderío en la superioridad técnica.
Pero los cronómetros no mienten, y el SU7 Ultra ha batido oficialmente al Porsche Taycan Turbo GT, que hasta ahora ostentaba el récord con un tiempo de 7:07.55.
La diferencia puede parecer pequeña, pero en Nürburgring, tres segundos equivalen a años de desarrollo, miles de horas en túneles de viento y millones en ingeniería. Xiaomi lo ha hecho. Y lo ha hecho con una berlina de cuatro puertas.
Porque sí, el SU7 Ultra es un coche homologado para circular por carretera. No estamos hablando de un prototipo disfrazado de coche de serie ni de un laboratorio con ruedas con el interior arrancado para ahorrar peso. La unidad que marcó el récord es un modelo que cualquier cliente puede comprar.
Eso sí, equipado con el denominado “Track Package”, un conjunto de mejoras centradas en el circuito: neumáticos deportivos, frenos cerámicos, suspensión adaptada, aerodinámica revisada y un sistema de refrigeración mejorado. Todo ello manteniendo la legalidad como vehículo de producción, según las estrictas normativas de Nürburgring.
Detrás del tiempo hay mucho más que prestaciones brutas. Aunque los números del SU7 Ultra ya asustan por sí solos: tres motores eléctricos, 1.548 caballos, tracción total con vectorización de par, 0 a 100 km/h en 1,98 segundos y velocidad punta por encima de los 350 km/h.
Todo eso, en una berlina con maletero, pantalla central y asientos para cinco ocupantes. Xiaomi no ha construido un coche para romper récords y desaparecer. Ha lanzado un misil directo al centro del mercado.
Lo que muchos aún no quieren ver es que este movimiento no es solo una gesta técnica. Es una jugada estratégica. Xiaomi no se ha limitado a conquistar el cronómetro. Ha sellado un acuerdo con el propio circuito de Nürburgring, que incluirá una sección denominada “Xiaomi Corner” en el trazado GP.
Además, la marca participará en los programas de desarrollo y pruebas del circuito. Es decir, no solo quieren batir récords. Quieren formar parte de la historia. Quieren que Nürburgring les pertenezca, simbólicamente y, en parte, físicamente.
El Xiaomi SU7 Ultra, con todo su arsenal tecnológico, cuesta hasta tres veces menos que un Porsche Taycan Turbo GT. Pero todo tiene trampa, el precio es el que tiene en China, habrá que esperar con el que se presenta en Europa.
La marca china lo comercializa en su país de origen por unos 529.900 yuanes, que al cambio actual rondan los 73.700 dólares. En comparación, el Porsche supera los 210.000 euros en su versión más prestacional.
Este no es un fenómeno aislado. Ya en octubre de 2024, Xiaomi había llevado una versión experimental del SU7 a Nürburgring.
Aquel prototipo, despojado de interiores y con neumáticos slicks, marcó un tiempo impresionante de 6:46.874. No era un coche de producción, y por tanto, no contaba oficialmente. Pero sirvió como declaración de intenciones. Ahora, con un coche 100% homologado, han cumplido la promesa.
La llegada del SU7 Ultra a Gran Turismo 7, el simulador más exigente del mercado, refuerza aún más el mensaje: Xiaomi no es una anécdota. Es una amenaza directa a Tesla, Porsche, Mercedes y cualquier otro fabricante que haya creído que el lujo y el rendimiento eran exclusivos de Europa o Estados Unidos.
Polyphony Digital ha recreado con precisión quirúrgica cada aspecto del coche para llevarlo a la pantalla. Es la primera vez que una marca china entra en esta franquicia.
En este contexto, la pregunta no es si Xiaomi podrá repetir la hazaña. Es qué van a hacer las demás marcas para evitar quedarse atrás.
La industria europea, tan orgullosa de su legado, está en una encrucijada. Puede seguir mirando por encima del hombro a las marcas chinas, o puede aceptar que el juego ha cambiado. Que los récords, el rendimiento y la innovación ya no pertenecen exclusivamente al Viejo Continente.
Porque lo que ha hecho Xiaomi no es un simple “récord”. Es una declaración. Es el inicio de una guerra por el dominio del automóvil eléctrico. Y no hay vuelta atrás.