La planta de Vitoria ya está lista para producir sobre la nueva plataforma los vehículos comerciales 100% eléctricos de la marca alemana.
España sigue reforzando su papel clave en la industria de la automoción europea con una noticia que marca un antes y un después en la transición hacia la movilidad eléctrica.
La planta de Mercedes-Benz en Vitoria ha iniciado la producción en preserie del nuevo VLE, una furgoneta 100% eléctrica que será fabricada en serie a partir de 2026.
Se trata del primer vehículo basado en la nueva arquitectura VAN.EA (Van Electric Architecture), una plataforma modular y escalable que marcará el futuro de los vehículos comerciales del fabricante alemán.
Y lo más importante: será España el país que lleve a esta furgoneta eléctrica a las carreteras europeas.
La planta de Vitoria ha sido completamente modernizada, digitalizada y preparada para producir vehículos eléctricos y de combustión en la misma línea de montaje.
Más del 90% de las reformas ya están finalizadas. Se ha construido una nueva nave de carrocería, otra de pintura y se ha renovado la zona de montaje final, todo ello mientras se mantenía la producción de modelos actuales como la Vito, eVito y Clase V.
Esta capacidad de adaptación ha convertido a la planta española en la primera de la red mundial de Mercedes-Benz en producir vehículos basados en VAN.EA.
La llegada del VLE a Vitoria no solo representa un avance tecnológico, sino también un impulso económico y social para la región.
Cerca de 5.000 empleados han recibido formación especializada para dominar los nuevos procesos, tecnologías y materiales que exige la producción de vehículos eléctricos de última generación.
Esta formación, realizada en colaboración con otras plantas de la marca, no solo ha actualizado sus competencias, sino que ha elevado el perfil de la industria local hacia estándares internacionales de innovación y eficiencia.
El VLE simboliza el tipo de vehículo que dominará el mercado en los próximos años: cero emisiones, diseño flexible, alta eficiencia energética y una experiencia de conducción que rompe los límites de su categoría.
En pruebas realizadas por Mercedes-Benz, el VLE recorrió la ruta Stuttgart-Roma atravesando los Alpes con solo dos paradas de 15 minutos para recargar, y demostró su rendimiento incluso en condiciones extremas en el Círculo Polar.
Además, contará con tecnología de 800 voltios, baterías de más de 100 kWh y una autonomía que superará los 500 kilómetros.
Concebido desde cero para cumplir con los requisitos de la nueva movilidad, el VLE también será el primer vehículo comercial de producción en serie en incorporar el nuevo sistema operativo de Mercedes-Benz (MB.OS), una plataforma digital avanzada que integrará funciones de navegación, infoentretenimiento y asistencia al conductor al nivel de los turismos de alta gama.
El uso de herramientas como la inteligencia artificial y la creación de un gemelo digital de producción han permitido desarrollar y preparar el modelo en tiempo récord.
Bernd Krottmayer, director de la planta de Vitoria, ha destacado el entusiasmo del equipo local: “Estamos preparados para construir el futuro de Mercedes-Benz Vans.
El equipo está muy motivado para empezar el año que viene y realizar un trabajo pionero”. Su mensaje refleja el compromiso de la plantilla y el orgullo de que sea en suelo español donde se produzca un modelo tan relevante para la estrategia global de la marca.
La nueva arquitectura VAN.EA sobre la que se basa el VLE permitirá escalar el tamaño de los vehículos mediante módulos intercambiables: uno frontal común, otro central que aloja la batería y varía la longitud del vehículo, y un módulo trasero que puede incluir un segundo motor para tracción total.
Esta flexibilidad no solo es clave para la producción eficiente, sino también para ofrecer versiones adaptadas a múltiples usos: desde furgonetas comerciales hasta monovolúmenes familiares o lanzaderas VIP como el futuro VLS, también previsto para producción en Vitoria.
El hecho de que España haya sido elegida para iniciar la fabricación de este modelo eléctrico de nueva generación refuerza su posición como polo industrial de la nueva movilidad.
No se trata solo de producir un nuevo vehículo, sino de demostrar que la industria española está capacitada para liderar la electrificación del transporte con plantas tecnológicamente punteras, mano de obra cualificada y capacidad de adaptación a los nuevos retos del sector.
Este movimiento encaja con la tendencia creciente de que cada vez más modelos eléctricos se fabriquen en territorio español.
La combinación de experiencia industrial, calidad técnica y fuerte red de proveedores convierte a España en un destino natural para estas inversiones estratégicas.
Las decisiones de producción como la del VLE no solo garantizan carga de trabajo a medio y largo plazo, sino que consolidan empleo de calidad en sectores altamente tecnificados.
La transformación de la planta vitoriana no es un caso aislado, sino parte de una tendencia más amplia: la industria automovilística española está sabiendo adaptarse a los nuevos tiempos, modernizando sus procesos y formando a sus plantillas para asumir la producción de vehículos eléctricos de última generación.
Con fábricas como la de Vitoria al frente, el país demuestra que no solo participa en la transición energética global, sino que la impulsa desde dentro, con innovación, talento y determinación industrial.
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