BYD ya es la cuarta marca que más coches vende en el mundo: China acelera su conquista global

Ya tenemos los datos del primer semestre de 2025, y el mercado del automóvil deja más de una sorpresa inesperada.

El mercado global de automóviles ha dejado claro en el primer semestre de 2025 que el equilibrio de poder se está reconfigurando.

Aunque Toyota mantiene su hegemonía indiscutible con más de 4,7 millones de vehículos vendidos en seis meses, duplicando prácticamente a su inmediato perseguidor, Volkswagen, el avance imparable de las marcas chinas está escribiendo un nuevo capítulo en la historia de la automoción.

El mejor ejemplo es BYD, que ya es la cuarta marca más vendida del mundo, con 2.004.442 unidades comercializadas, superando a históricos como Ford (2.075.000), Hyundai o Honda.

Este hito no solo refleja el crecimiento de una empresa, sino el músculo que China está empezando a exhibir en una industria que durante décadas estuvo dominada por Japón, Alemania y Estados Unidos.

En un mundo que se mueve a velocidad eléctrica, nunca mejor dicho, los fabricantes chinos han encontrado la oportunidad perfecta para asaltar el trono.

Salvo contadas excepciones, como Changan, que cae al puesto 18 con solo 642.800 vehículos y un desplome del 14%, el resto de fabricantes chinos han visto cómo sus cifras se disparaban en muy poco tiempo.

El caso de Xiaomi es particularmente ilustrativo: la marca tecnológica ha logrado vender 157.926 coches en su primer semestre relevante en el mercado, lo que representa un crecimiento del 478%.

En paralelo, otras marcas emergentes como Jaecoo (59.000 coches, +392%), Leapmotor (221.664, +156%) o Xpeng (197.189, +279%) han pasado de la irrelevancia a convertirse en actores con los que todos van a tener que empezar a contar. Son cifras que hacen temblar a más de un fabricante tradicional.

Y en medio de esta transformación, BYD aparece como la gran protagonista. Con 2 millones de unidades vendidas y una ligera subida del 0,31% respecto al año anterior, ha logrado consolidar su posición en el Top 5 mundial, algo impensable hace apenas cinco años.

Su crecimiento no es explosivo, pero sí sostenido. Y, sobre todo, está acompañado de una expansión internacional cada vez más agresiva.

BYD ya no solo vende en China: quiere conquistar Europa, América Latina y otras regiones con sus vehículos eléctricos y precios competitivos.

Pero mientras las marcas chinas despegan, el resto del mundo observa con cierta tensión. Ford, que ocupa la tercera posición con 2.075.000 unidades vendidas, ha registrado un retroceso del 1%, lo que confirma las dificultades de la industria estadounidense para adaptarse con agilidad a las nuevas exigencias del mercado.

Tesla, por su parte, ha caído hasta la posición 17 con 720.803 coches vendidos y un desplome del 13%, alejándose del pelotón de cabeza y dejando espacio a rivales que hace poco ni existían en el radar global.

Europa, por su parte, parece estancada o incluso en retroceso. Volkswagen, pese a mantenerse en segunda posición con algo más de 2,3 millones de coches, no ha conseguido crecer más allá del 0,05%.

Renault (puesto 14), Audi (15), Mercedes-Benz (13) y Fiat (21) registran caídas de entre el 2% y el 6%, mientras que Seat protagoniza el desplome más doloroso: solo ha logrado vender 135.000 unidades en lo que va de año, con una caída del 21% que la aleja de las grandes ligas.

Paradójicamente, el fabricante europeo con mayor crecimiento porcentual no es uno de los grandes, sino Cupra, que sube un 33% tras vender 167.600 coches en el semestre, seguida por la resucitada Alpine (5.015 unidades, +85%) y la británica Mini (133.778 coches, +17%).

Esto refleja cómo algunas submarcas con identidad diferenciada están logrando nichos de mercado atractivos frente a los gigantes que pierden fuelle.

Por otro lado, las marcas japonesas y coreanas mantienen posiciones relevantes en el ranking mundial, aunque algunas muestran señales claras de desgaste.

Honda, con una caída del 7%, ha vendido 1.661.200 vehículos y ha descendido hasta el sexto puesto. Otras como Suzuki (1.631.000 coches) o Kia (1.587.536) han experimentado retrocesos del 2%, reflejando cierta pérdida de tracción en un mercado que se está transformando a un ritmo vertiginoso.

No obstante, Hyundai logra mantenerse en el quinto lugar con 1.956.774 unidades, prácticamente repitiendo cifras del año anterior.

Nissan (8.º puesto, 1.624.851 coches) también aguanta. Lexus destaca como una excepción positiva dentro del grupo, con 433.666 vehículos vendidos y un crecimiento del 5% que refuerza su apuesta por el segmento premium y la electrificación.

El caso de Toyota merece una mención aparte. No solo es el líder indiscutible, sino que sigue creciendo (2%) incluso desde su ya gigantesca base de ventas. Con 4.725.616 coches vendidos entre enero y junio de 2025, ningún otro fabricante se acerca siquiera a esa cifra.

Su capacidad de producción, fiabilidad, variedad de modelos y estrategia híbrida siguen marcando el camino en muchos mercados. Toyota no solo domina: resiste la tormenta china y se adapta mejor que nadie.

A la luz de estos datos, se dibuja un panorama automovilístico mundial cada vez más polarizado. De un lado, los gigantes consolidados que luchan por mantener su posición.

Del otro, una nueva generación de marcas chinas que no solo compiten en precio, sino que apuestan por innovación, diseño y electrificación.

Entre ambos mundos, algunas marcas emergentes y estrategias diferenciadoras que encuentran su espacio en segmentos específicos.

Pero si hay una conclusión clara tras el primer semestre de 2025 es que el mapa del automóvil ya no es el que era. Europa, Japón, Estados Unidos y Corea intentar resistir mientras China se expande con fuerza.