Desde Madrid hasta Asturias sin parar a cargar, 500 kilómetros de desafío para un coche eléctrico

Este fue el objetivo que se propuso Ángel Garcia a bordo de un Kia EV3, decidido a demostrar que los coches eléctricos ya no tienen que sufrir el estigma de la escasa autonomía.

Desde Madrid hasta Asturias sin parar a cargar, casi 500 kilómetros de desafío para un coche eléctrico

Salir desde Madrid, con 100 % de carga y con un termómetro marcando 43 grados en el ambiente, ya auguraba que no sería un viaje sencillo.

Sin embargo, la tecnología y la estrategia se aliaron para convertir esta misión imposible en una victoria que, más que técnica, fue mental.

El relato de Ángel Garcia, presidente de AUVE (asociación de usuarios de vehículos eléctricos), comienza recordando algo que para muchos conductores tradicionales todavía es una limitación: la autonomía.

Pero ese viejo fantasma empieza a disiparse gracias a propuestas como el Kia EV3, que sobre el papel promete cifras contundentes: más de 600 kilómetros WLTP en su versión más capaz.

Con una batería de 81,4 kWh y un consumo medio declarado de 17,1 kWh cada 100 kilómetros, las matemáticas cuadran… siempre que las condiciones acompañen.

Y en este caso, todo lo que podía complicarlo se presentó desde el principio. El tráfico denso a la salida de Madrid, las altas temperaturas que castigan la eficiencia de cualquier batería, el aire acondicionado encendido casi de forma obligada para soportar el calor, fueron obstáculos adicionales que pusieron a prueba tanto al coche como al conductor.

Durante el viaje, el peso psicológico se hizo más evidente que la propia limitación técnica. El autor reconoce que lo que verdaderamente le condicionó no fue la autonomía del vehículo, sino su propia vejiga, incapaz de soportar tanto tiempo sin una parada.

Y en ese momento es cuando aparece una de las reflexiones más interesantes de la experiencia: ya no es el coche el que tiene que demostrar que está preparado para trayectos largos, somos los conductores los que debemos cambiar nuestra mentalidad.

Uno de los momentos clave del trayecto fue el paso por el Puerto del Huerna. Con menos autonomía en el panel de instrumentos que distancia por recorrer, la lógica indicaba que no llegaría. Sin embargo, el conductor confió en la física y en la tecnología de regeneración del coche. Y acertó.

En España hay más de 37.000 puntos de recarga para coche eléctrico

En España hay más de 37.000 puntos de recarga para coche eléctrico

La frenada regenerativa permitió recuperar kilómetros en la bajada, convirtiendo un escenario de aparente derrota en una remontada inesperada.

La hazaña se consiguió y nuestro protagonista consiguió llegar a Avilés con ese 2 % de batería restante. La cifra final fue demoledora: 493,6 kilómetros recorridos con una sola carga y sin renunciar al confort.

La tecnología eléctrica actual ya permite estas distancias sin depender de paradas intermedias para recargar. Y esto, más que una demostración técnica, es un mensaje directo a quienes aún dudan de si un eléctrico puede sustituir sin complejos a un vehículo de combustión en trayectos largos.

El Kia EV3 cumple y con nota, ofreciendo una combinación de eficiencia, tecnología y prestaciones que lo colocan como uno de los referentes de su segmento.

Su capacidad de carga rápida, con tiempos que rondan los 31 minutos para pasar del 10 % al 80 %, es otro argumento de peso para aquellos que siguen viendo la infraestructura de recarga como un problema.

Pero la verdadera moraleja de esta historia es que la barrera que queda por superar ya no está en la batería ni en la red de cargadores. Está en nuestra cabeza.

En la forma en que nos enfrentamos al cambio tecnológico. Mientras muchos siguen creyendo que un viaje largo en eléctrico requiere una planificación extrema o renuncias al confort, la realidad es que la tecnología actual permite recorrer grandes distancias sin grandes sacrificios.

Este viaje entre Madrid y Asturias, con calor extremo, tráfico, pendientes pronunciadas y sin parar a cargar, lo confirma. La limitación ya no es el coche, somos nosotros y nuestras costumbres.

El coche eléctrico ha llegado a un punto en el que puede afrontar los desafíos de cualquier viaje habitual en España. Las cifras de consumo, autonomía real y capacidad de regeneración del Kia EV3 lo demuestran de forma rotunda.

Queda, eso sí, el componente humano: la impaciencia, la costumbre de repostar en pocos minutos y las propias necesidades fisiológicas de cada conductor.

Son estos factores los que, más que nunca, condicionarán si estamos preparados para aprovechar todo lo que la movilidad eléctrica ofrece hoy.

En definitiva, se puede. La prueba ha sido contundente. Los que aún se aferran a viejos prejuicios sobre la autonomía deberían replantearse su visión de los coches eléctricos.

La tecnología ya está preparada para afrontar incluso los viajes más largos. La pregunta, ahora, es otra: ¿estamos preparados nosotros para cambiar nuestra forma de viajar?.

Etiquetas: viajar en coche eléctrico.