Hereda el alma off-road de la mítica Tango con una propuesta 100% eléctrica, ligera y lista para ofrecer diversión en ciudad o fuera del asfalto.

Cuando una marca con más de 90 años de historia decide apostar de lleno por la electrificación, no se trata solo de una evolución tecnológica: es una declaración de intenciones.
Y eso es precisamente lo que ha hecho Rieju con su nueva e-Tango, una moto eléctrica que no solo rinde homenaje a su pasado, sino que también traza con determinación el camino hacia el futuro.
Con un diseño agresivo pero accesible, la Rieju e-Tango es la encarnación moderna de la icónica Tango de gasolina, adaptada al siglo XXI.
El nuevo modelo eléctrico mantiene el ADN off-road que hizo popular a su predecesora, pero lo redefine en clave sostenible, silenciosa y conectada. Ya no se trata únicamente de una máquina para disfrutar en pistas y caminos; ahora, también es un vehículo urbano eficiente y homologado, listo para convivir con el tráfico diario sin renunciar al espíritu de la aventura.
Desde el punto de vista técnico, la e-Tango destaca por su motor eléctrico PMSM que entrega 4 kW de potencia nominal y hasta 10,5 kW en pico.
Esta cifra, traducida al mundo real, se siente como una entrega inmediata de par, hasta 242 Nm, desde el primer giro del acelerador.
La experiencia de conducción resulta tan intuitiva como directa, perfecta para jóvenes de 16 años con carné AM, pero también apta para conductores con permiso B de coche, sin necesidad de trámites adicionales.
La velocidad máxima está limitada a 45 km/h, lo que la encuadra en la categoría L1e de ciclomotores.
Rieju ha sido inteligente al ofrecer dos versiones claramente diferenciadas. La primera, homologada para calle, cuenta con iluminación LED, intermitentes y soporte de matrícula.
La segunda, enfocada exclusivamente a circuito, elimina estos elementos y aprovecha para aligerar aún más el conjunto.
En esta variante, la potencia se incrementa hasta 5 kW nominales y el par se dispara a 305 Nm, aportando un extra de energía para quienes buscan sensaciones puras sobre tierra o pista.
Uno de los aspectos más destacados del modelo es su batería. Fabricada por LG, cuenta con una capacidad de 43 Ah (3,1 kWh) y es totalmente extraíble e intercambiable.
Esto no solo facilita la carga (que tarda unas tres horas con el cargador incluido), sino que permite pensar en futuros puntos de intercambio o incluso recargas domésticas sin necesidad de mover la moto.
La autonomía homologada alcanza los 80 kilómetros, una cifra suficiente para cubrir trayectos urbanos o disfrutar de una intensa jornada off-road.
No menos interesante resulta la parte ciclo, donde Rieju ha querido dejar claro que la e-Tango es algo más que un simple ciclomotor eléctrico.
La suspensión delantera corre a cargo de una horquilla invertida KKE ajustable, con 200 mm de recorrido. En la parte trasera, un monoamortiguador con las mismas características completa un conjunto pensado para absorber irregularidades sin comprometer la agilidad.
Los frenos hidráulicos de disco, con pinzas de cuatro pistones y discos de 210 mm, aseguran una frenada precisa incluso en condiciones exigentes.
En cuanto a ergonomía y peso, la e-Tango se muestra tremendamente ágil y manejable. La altura del asiento es de 860 mm, una medida que favorece tanto a pilotos altos como a los de menor estatura.
El peso en orden de marcha se sitúa por debajo de los 80 kilos en la versión homologada, y en solo 73 kg para la de circuito, lo que la convierte en una de las opciones más ligeras del mercado.
Incluso se ha llegado a citar un peso de apenas 63 kg, probablemente referido a una variante básica de preproducción o a una cifra sin batería.
Pero si algo distingue a esta Rieju no es solo su ficha técnica. Es la historia que hay detrás. El diseño de la e-Tango ha sido realizado en colaboración con Ànima Design, un prestigioso estudio de Barcelona especializado en movilidad sostenible.
En apenas seis meses, lograron reinventar la icónica Tango con una propuesta visual y funcional premiada internacionalmente. Los galardones, como el Delta de ADI-FAD, el European Product Design Award o el Fit Sport Design Award, avalan no solo su estética, sino también su compromiso medioambiental.
Y no es casual: Ànima trabaja bajo estándares ISO de ecodiseño, lo que garantiza una producción responsable desde la concepción hasta el ensamblaje final.
Entre las soluciones más innovadoras del modelo, destaca la incorporación de una llave electrónica con sistema magnético y función antirrobo.
Esta misma tecnología permite desconectar el motor de forma automática en caso de caída, un detalle que demuestra el nivel de sofisticación alcanzado por una moto que, a priori, podría parecer simple.
También incorpora una pantalla LCD que permite al usuario seleccionar entre tres modos de conducción, Turtle, Rabbit y Rocket, para adaptar la respuesta del motor según el tipo de uso: máximo ahorro, equilibrio o potencia total.
Otro punto a favor es la versatilidad que ofrece la e-Tango a través de sus configuraciones. Se puede escoger con neumáticos de tacos para off-road puro o bien con gomas tipo supermotard, perfectas para un uso más urbano sin perder el toque deportivo.
Esta posibilidad de adaptación convierte a la moto en una herramienta doble: útil en ciudad y divertida en caminos.
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