La prórroga de la deducción del 15% en el IRPF por la compra de vehículos eléctricos y la instalación de cargadores ya ha sido publicada en el BOE.

El Ejecutivo español ha reforzado su apuesta por la movilidad sostenible al prorrogar hasta el 31 de diciembre de 2026 la deducción del 15% en el IRPF para quienes compren un coche eléctrico, así como para la instalación de puntos de recarga en viviendas o empresas.
Esta medida, que forma parte del denominado “escudo social” del Gobierno, ha sido aprobada a través de un Real Decreto-ley durante el último Consejo de Ministros del año.
No obstante, aún está pendiente de su convalidación por parte del Congreso de los Diputados, un trámite que se espera se resuelva en las próximas semanas.
La prórroga fiscal supone un alivio significativo para los consumidores y también para el sector del automóvil, que llevaba tiempo reclamando incentivos claros y estables para fomentar la electrificación del parque móvil.
Con esta decisión, el Ejecutivo refuerza su compromiso con la descarbonización del transporte, en un momento en el que la industria automovilística se enfrenta a profundos cambios tecnológicos, legislativos y de hábitos de consumo.
Desde su entrada en vigor en junio de 2023, esta deducción ha permitido a los compradores desgravarse hasta 3.000 euros por vehículo, con un límite máximo de base deducible de 20.000 euros.
A ello se suma una deducción adicional del 15% para quienes instalen un punto de recarga en su domicilio o en su empresa, con un tope de 600 euros y una base deducible máxima de 4.000 euros.
La medida se aplica tanto a particulares como a empresas, y excluye de la base deducible cualquier importe que haya sido previamente subvencionado.
La aplicación de esta deducción se reflejará en la declaración de la renta del ejercicio 2026, es decir, la que se presentará en la primavera de 2027.
Por tanto, los ciudadanos que adquieran un coche eléctrico o instalen un cargador a lo largo del próximo año 2026 podrán incluir estas deducciones en su próxima declaración, siempre que cumplan con los requisitos establecidos.
Esta medida llega en paralelo al anuncio del nuevo Plan Auto+, que sustituirá al actual Moves III. Aunque sus bases todavía no se han hecho públicas, se espera que el Ministerio de Industria las detalle a principios de enero de 2026.
El nuevo plan introducirá cambios significativos en la gestión de las ayudas, que ahora será centralizada, con participación de las comunidades autónomas, pero sin la dispersión que tanto retraso ha generado en los pagos del Moves III.
Uno de los elementos más relevantes del Auto+ será su carácter retroactivo: las ayudas directas a la compra de vehículos eléctricos se aplicarán desde el 1 de enero de 2026, aunque el programa se apruebe oficialmente más adelante.
Esta nueva estrategia de apoyo económico al vehículo eléctrico busca responder a las críticas recibidas por el Moves III, tanto por su complejidad administrativa como por los largos plazos para recibir las ayudas, que llegaban a extenderse hasta 18 meses.
Con el Auto+, el Ejecutivo pretende reducir ese tiempo a un máximo de un mes, generando así un impacto más inmediato en el consumidor y en el mercado.
Aunque el nuevo plan no contempla que los concesionarios adelanten el importe de las ayudas a los compradores, una medida que hubiese facilitado aún más el proceso, sí se espera que la mayor eficiencia en la gestión y la certidumbre normativa impulsen la demanda.
Esto será especialmente importante en 2026, un año en el que se espera una mayor competencia en el mercado gracias a la llegada de modelos más asequibles y a la consolidación de marcas emergentes que apuestan por precios ajustados.
Las cifras de ventas refuerzan el argumento a favor de las ayudas públicas. Entre enero y noviembre de 2025, las matriculaciones de turismos eléctricos alcanzaron las 92.882 unidades, lo que supone un crecimiento del 86% respecto al mismo periodo del año anterior.
Solo en noviembre se vendieron 9.529 vehículos eléctricos a batería, representando una cuota de mercado del 9,9%. A pesar de esta subida, España sigue lejos de la media europea, lo que refuerza la necesidad de mantener e incluso ampliar los incentivos.
La inclusión de los híbridos enchufables en el paquete de ayudas también se mantiene. Aquellos modelos con una autonomía eléctrica superior a los 40 kilómetros seguirán siendo subvencionables.
Esta decisión no es menor: en noviembre, la cuota combinada de turismos eléctricos e híbridos enchufables alcanzó el 22,7%, frente al 12,7% del año anterior.
Según Tania Puche, portavoz de la patronal GANVAM, este crecimiento responde a un aumento de la demanda entre particulares, impulsado tanto por las ayudas públicas como por la entrada de nuevos fabricantes con precios competitivos.
El próximo paso será la aprobación parlamentaria del decreto. Aunque en años anteriores algunas medidas similares han encontrado obstáculos en el Congreso, el Gobierno confía en su ratificación, tanto por el impacto social como por el respaldo que estas políticas están recibiendo en un contexto de creciente concienciación ecológica y necesidad de modernizar el modelo de consumo energético.
La prórroga de las deducciones fiscales para vehículos eléctricos y puntos de carga, junto con la puesta en marcha del Plan Auto+, configuran un paquete sólido de medidas destinado a consolidar la movilidad eléctrica en España.
La clave, ahora, está en garantizar su aplicación efectiva, mejorar la comunicación con los potenciales beneficiarios y mantener la estabilidad regulatoria, elementos imprescindibles para que la movilidad eléctrica pase a ser la norma en el transporte español.
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