Septiembre consolida el mejor trimestre de la historia para el coche eléctrico en Europa

Con 260.000 coches eléctricos matriculados en septiembre y más de 600.000 en el trimestre, la electrificación se afianza como un cambio estructural e irreversible.

Septiembre de 2025 confirma una tendencia ya consolidada: el coche eléctrico se afianza como una alternativa en el mercado automovilístico europeo.

Con 260.256 unidades matriculadas en Europa (UE+EFTA+UK), los eléctricos puros (BEV) alcanzaron una cuota de mercado del 21 %, consolidando su papel protagonista en la transformación del sector.

El resto de motorizaciones se tienen que ajustar al cambio: los híbridos convencionales (HEV) concentran un 35,2 % de las matriculaciones, los coches de gasolina un 24,5 %, los híbridos enchufables (PHEV) un 10,7 % y los diésel un 6,3 %.

Estos datos confirman la caída y probablemente desaparición del motor diésel puro, el cuál reino durante décadas en Europa, pero el mundo ha cambiado.

La evolución es clara. En el conjunto del tercer trimestre, se alcanzaron 604.408 matriculaciones de eléctricos, batiendo todos lo récords trimestrales.

En el acumulado de enero a septiembre, las matriculaciones suman 1.796.688 unidades, un volumen que confirma que la movilidad eléctrica ya forma parte esencial del paisaje automovilístico europeo.

Por países, Alemania lidera en volumen con 382.202 eléctricos matriculados en lo que va de año, seguida por Reino Unido, con 349.414 unidades.

No obstante, en cuota de mercado, los líderes están más al norte: Noruega, con un impresionante 95 %, y Dinamarca, con un sólido 65 %. Alemania se sitúa en un 18 %, alineándose con la media general del continente.

Estos datos confirman que la movilidad eléctrica ya no es una alternativa: es una realidad consolidada. Su presencia crece tanto en mercados con alta penetración como en aquellos donde el cambio es más progresivo.

Lo importante no es solo el volumen actual, sino la velocidad y la dirección del crecimiento.

Lo que antes era un proceso paulatino hoy se convierte en una transformación estructural. Ya no se habla de transición futura: estamos inmersos en ella.

Las infraestructuras de carga se expanden, la autonomía de los vehículos mejora, los precios comienzan a ajustarse y la oferta se diversifica.

Cada vez más consumidores eligen eléctricos no por obligación ni por incentivos, sino por convicción tecnológica y ahorro económico.

A pesar de que los híbridos todavía dominan en términos porcentuales, el coche eléctrico puro gana presencia y relevancia en todos los segmentos.

La visibilidad del cambio es innegable: cada día, en más ciudades y carreteras europeas, los eléctricos son parte habitual del tráfico.

Y eso no solo transforma la experiencia de conducción: transforma también la percepción colectiva de lo que significa movilidad.

Septiembre es un ejemplo más de una curva ascendente. Esta consolidación es clave para los objetivos climáticos de la UE y para el equilibrio energético del continente.

Los fabricantes europeos tienen ante sí el reto de responder a esta nueva demanda con una oferta cada vez más variada, asequible y competitiva.

El auge del coche eléctrico en Europa no solo redefine el mercado en cuanto a tecnologías, cuotas o hábitos de consumo. También está remodelando el equilibrio de fuerzas entre fabricantes.

Y en ese nuevo reparto de poder, aunque los grandes titulares digan lo contrario, las marcas europeas están teniendo el respaldo del consumidor, que aboga por el «amor patrio» hacia las marcas europeas.

Los datos acumulados de 2025 reflejan una buena cuota de mercado por parte de los fabricantes europeos. Eso si, ante la presión de actores globales como Tesla o BYD, las marcas tendrán que seguir mejorando sus productos para ser competitivas.

Marcas como Volkswagen, BMW, Audi, Renault, Skoda o Peugeot están ampliando su catálogo de vehículos eléctricos, para no perder su posicionamiento de mercado y asegurarse una parte importante del volumen de matriculaciones.

En este contexto, Volkswagen se consolida como una referencia clave, no solo por volumen, sino por su capacidad para articular una estrategia coherente de electrificación en toda su gama y sub-marcas.

También, las marcas alemanas como BMW y Mercedes, que compiten en el segmento premium, están presentando nuevas propuestas para competir en el mercado doméstico, pero también para intentar tener presencia en China.

No olvidemos, que el país asiático es el mayor mercado del mundo del automóvil y su apuesta es clara por el vehículo eléctrico.

Renault y Peugeot, por su parte, mantienen una posición sólida desde el sur del continente, apostando por modelos compactos y urbanos que responden a la demanda del consumidor medio europeo.

Firmas como Skoda y Cupra demuestran que incluso dentro de grupos consolidados, las sub-marcas pueden encontrar su espacio en el ecosistema eléctrico.

La primera apostando por la fiabilidad y la funcionalidad, la segunda por un enfoque más deportivo y diferencial. Ambas reflejan la versatilidad de las marcas europeas para adaptarse a distintos perfiles de usuario.

Lo que está claro que es un momento crucial para la industria del automóvil, el cambio, aunque muchos se resistan a admitirlo ya se ha producido.

La movilidad eléctrica es ya una alternativa real de transporte y un motor clave en la transformación energética de Europa.

Etiquetas: coches eléctricos noticiasdatos de ventas de coches eléctricos.