La ambigüedad de Donald Trump sobre el coche eléctrico en la campaña electoral ha sido manifiesta, después de declarar estar en contra su alianza con Elon Musk deja muchas incógnitas.
El nuevo presidente de Estados Unidos tendrán que postularse en relación al coche eléctrico, tanto en ayudas como en los aranceles a los coches procedentes de China.
La primera noticia que se ha producido tras la victoria de Donald Trump es la subida en bolsa de Tesla, que después del apoyo manifiesto de Elon Musk se prevé que reciba más ayudas sobre su marca de coches eléctricos.
Pero lo gran incógnita es si el nuevo presidente seguirá apoyando con ayudas la compra de coches eléctricos o por el contrario tomará medidas en su contra como declaró en campaña.
En Estados Unidos existe ayudas de 7.5000 dólares para la compra de coches eléctricos nuevos y de 4.000 dólares para los coches eléctricos de segunda mano.
Están ayudas fueron lanzada ya en 2009 por el presidente Barack Obama y Donald Trump en su primer mandato intentó eliminar estas ayudas pero no logró derogarlas.
Las ayudas son sin duda un empujón en muchos países para la compra de coches eléctricos, unido a la mentalidad es lo que lleva a dar el paso a la movilidad elétricica.
En Estados Unidos haya mucha diferencia en cuanto a la venta de vehículo eléctricos dependiendo del estado. California es el estado en el que más coches eléctricos se venden y es el referente en todo el país.
Los aranceles a los coches chinos es otro de los debates que se establecerán en los primeros días de mandato de Donal Trump, el cual fue el precursor en su primer mandato de está medida que hace que no haya tanta competencia de precios y suponga menos ventas.
Por otro lado, las marcas del país como Tesla, Ford o Rivian se verían beneficiadas al no tener la competencia de las grandes marcas fabricadas en China.
Otro factor determinante es la amistad interesada en la campaña entre Elon Musk y Donald Trump, que podría repercutir en la aprobación del vehículo autónomo en Estados Unidos.