La alianza contempla equipos portuarios electrificados, reciclaje de baterías y soluciones energéticas para optimizar la operativa logística.

El nuevo acuerdo firmado el 9 de octubre de 2025 en Hong Kong entre la naviera danesa Maersk y el fabricante chino de baterías CATL tiene un objetivo claro: electrificar las cadenas de suministro globales y acelerar la descarbonización del transporte y la logística internacional.
Ambas compañías desarrollarán conjuntamente infraestructuras y soluciones energéticas que permitan reducir las emisiones en los principales nodos logísticos del mundo, desde puertos y centros de almacenamiento hasta rutas marítimas y terrestres.
El memorando de entendimiento establece la colaboración en tres frentes: la electrificación del transporte marítimo y terrestre, la aplicación de tecnologías de almacenamiento energético y la creación de modelos logísticos más eficientes y sostenibles.
CATL aportará su experiencia en sistemas de baterías avanzadas y gestión energética, mientras que Maersk se encargará de integrar estas soluciones en su red logística global.
El acuerdo contempla también el diseño de sistemas eléctricos para operaciones portuarias, la implantación de maquinaria impulsada por energía limpia y el reciclaje de baterías al final de su vida útil, en un intento por cerrar el ciclo energético de forma circular.
El proyecto refuerza una colaboración de cinco años entre ambas empresas y busca aumentar la resiliencia de las cadenas de suministro en un entorno de comercio internacional en transformación.
Para lograrlo, se desarrollarán modelos escalables que permitan adaptar las soluciones energéticas a distintos mercados, priorizando la estabilidad operativa y la reducción de la huella ambiental.
Uno de los puntos clave es la electrificación de los principales puntos de la red logística, como el transporte de contenedores, las operaciones portuarias y el almacenamiento.
Esto implica sustituir el uso de combustibles fósiles por energía eléctrica generada y almacenada con tecnologías de última generación, lo que reducirá significativamente las emisiones y los costes asociados al transporte.
Además, se introducirán sistemas inteligentes de gestión energética capaces de optimizar el consumo y mejorar la eficiencia de las operaciones.
El acuerdo no solo persigue descarbonizar la actividad de las dos compañías implicadas, sino también impulsar un cambio estructural en la industria logística.
Con la integración de estas soluciones, las cadenas de suministro podrán funcionar de manera más sostenible, autónoma y menos vulnerable a las fluctuaciones energéticas.
La iniciativa también busca crear nuevos estándares para la gestión ambiental del transporte internacional, estableciendo un modelo replicable en otras regiones y sectores.
La alianza se enmarca en los compromisos globales de reducción de emisiones. Maersk pretende alcanzar la neutralidad de carbono en toda su actividad para 2040, mientras que CATL aspira a lograrla en sus operaciones principales en 2025 y en toda su cadena de suministro de baterías en 2035.
La cooperación entre ambas acelera el cumplimiento de esas metas mediante la aplicación de soluciones energéticas concretas, como la electrificación de flotas, el uso de contenedores alimentados por energía limpia y la digitalización de la gestión logística.
Este acuerdo supone un paso significativo hacia una logística global sin emisiones. Al unir tecnología y capacidad operativa, se impulsa una transformación que va más allá del transporte: es un avance hacia un sistema comercial más eficiente, sostenible y resiliente.
En un momento en que la descarbonización se ha convertido en una prioridad mundial, esta colaboración marca una hoja de ruta para un nuevo modelo de logística internacional impulsado por la energía eléctrica y la innovación tecnológica.
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